Actualizado: 06/07/2022
Un libro médico anglosajón medieval de la Biblioteca Británica puede ser la clave para encontrar nuevas formas de combatir las bacterias resistentes a los antibióticos.
Científicos de la Universidad de Warwick han descubierto que una receta médica del antiguo Bald’s Leechbook es efectiva contra cinco cepas de bacterias que causan infecciones provenientes de biofilms.
A simple vista, el Bald’s Leechbook no debería ser más que una interesante reliquia de la historia de la medicina. También conocido como Medicinale Anglicum, se estima que es de la época de Alfredo el Grande en el siglo IX y es considerado como uno de los libros médicos más antiguos conocidos. Hoy en día, sólo sobrevive un manuscrito encuadernado en cuero.
Aunque gran parte de este texto del inglés antiguo sólo sería de interés para los anticuarios, una de sus recetas, llamada «colirio para calvos«, puede tener aplicaciones modernas.
En la actualidad, el mundo médico está librando una batalla continua contra las bacterias resistentes a los antibióticos que, si no se gana, podría ver a la sociedad volver a una época en la que las infecciones menores que ahora son fácilmente tratables podrían volver a ser mortales.
Una táctica que se está siguiendo es estudiar plantas medicinales, curas naturales o antiguas que podrían tener la clave de una nueva arma en el arsenal farmacológico. En particular, equipos como el Dr. Freya Harrison, Jessica Furner-Pardoe y el Dr. Blessing Anonye en Warwick, buscan formas de contrarrestar las infecciones por biofilm.
Los biofilms son un mecanismo por el cual las bacterias son capaces de defenderse de un ataque. Las bacterias planctónicas son especialmente vulnerables a los antibióticos, pero cuando se unen en una superficie, forman biopelículas que son mucho más resistentes. Hay muchas más variedades peligrosas que pueden infectar los dispositivos médicos implantados o infectar las úlceras cutáneas de los diabéticos. En este último caso, si el biofilm es resistente a los antibióticos, el resultado podría ser la amputación para evitar una infección sanguínea letal.
El «colirio de calvo» es una simple mezcla de cebolla, ajo, vino y sales biliares que los investigadores han descubierto que es eficaz contra varias bacterias Gramnegativas y Grampositivas en un cultivo, pero que sólo causa un bajo nivel de daño a las células humanas.
En concreto, funciona contra Acinetobacter baumanii, Stenotrophomonas maltophilia, Staphylococcus aureus, Staphylococcus epidermidis y Streptococcus pyogenes, que se asocian con las infecciones respiratorias, infecciones de la piel, infecciones de los dispositivos médicos y de las heridas quirúrgicas, y enfermedades como la faringitis, amigdalitis, escarlatina, celulitis, fiebre reumática y glomerulonefritis post-estreptocócica.
Según el equipo, no son los ingredientes individuales los que tienen este efecto antibiótico, sino su acción combinada. El ajo ya es conocido por sus cualidades antibacterianas, pero no es efectivo contra las biopelículas, por lo que los otros ingredientes deben jugar un papel en el proceso.
Hemos demostrado que un remedio medieval hecho de cebolla, ajo, vino y bilis puede matar una serie de bacterias problemáticas que crecen tanto en el plancton como en el biofilm. Debido a que la mezcla no causaba mucho daño a las células humanas en el laboratorio, o a los ratones, podríamos potencialmente desarrollar un tratamiento antibacteriano seguro y efectivo a partir del remedio.
Dr. Freya Harrison.
La mayoría de los antibióticos que usamos hoy en día se derivan de compuestos naturales, pero nuestro trabajo pone de relieve la necesidad de explorar no sólo los compuestos individuales, sino las mezclas de productos naturales para el tratamiento de las infecciones de biopelícula. Creemos que el futuro descubrimiento de antibióticos a partir de productos naturales podría mejorarse estudiando combinaciones de ingredientes, en lugar de plantas o compuestos individuales. En esta primera instancia, pensamos que esta combinación podría sugerir nuevos tratamientos para heridas infectadas, como el pie diabético y las úlceras en las piernas.
Dr. Freya Harrison.
Más información: www.nature.com
Vía warwick.ac.uk
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