Actualizado: 05/07/2024
¡Conozca la historia de dos mujeres que han cultivado tomates reliquia durante décadas! Estas semillas han sido plantadas y cosechadas por más de medio siglo y han sido transmitidas de generación en generación en Virginia Occidental. La historia comienza con Sybil Gorby, una granjera de 92 años que cultiva tomates reliquia desde 1965. Ella ha estado plantando estas semillas de tomate cada primavera y cosechando tomates gordos y deliciosos en su huerto a mediados de agosto. Gorby cree que hay algo excepcional en estas semillas y en los tomates que producen año tras año.
La hija de Gorby, Sandy Marody, también ha crecido comiendo estos tomates y cree que tienen algo mágico. Las semillas se convierten en maravillosas tomateras, según ella. A veces, las semillas producen tomates gigantes, como uno que cosecharon el año pasado, que se hizo viral en Facebook cuando compartió una foto de su madre sosteniéndolo.
Betty Gorby, la otra granjera de la historia, ha estado cultivando sus propios tomates reliquia a partir de semillas que guardó de los tomates más grandes y mejores de su jardín durante los últimos 58 años. Aunque no recuerda la variedad exacta de tomates con la que comenzó, las semillas han producido unos tomates jugosos y deliciosos que gustan a todo el mundo.
El amor por la jardinería de Sandy y Gorby ha proporcionado infinitas satisfacciones y su granja les ha ayudado a crear una vida maravillosa para ellas y sus familias. Han compartido su abundancia de productos frescos con la comunidad, y además de ofrecer frutas y verduras frescas, también preparan salsas, sopas, mermeladas y jaleas caseras que distribuyen por todo el pueblo.
Betty cree que la jardinería es el secreto de su vida larga y feliz. Considera que la mantiene en movimiento y la ayuda a utilizar todos sus músculos para tirar y cavar. La forma favorita de Betty de comer sus tomates reliquia es en un sándwich de beicon, huevo y tomate hecho con pan casero.
La historia de estas mujeres es un testimonio de la importancia de cultivar nuestros propios alimentos y mantener las tradiciones de las semillas reliquia que han sido transmitidas de generación en generación. Estas semillas son una muestra de la historia y el patrimonio agrícola de Virginia Occidental y merecen ser cuidadas y cultivadas con amor y dedicación.
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