Actualizado: 21/10/2022
Aurora es el acrónimo de Unidad Móvil Autónoma y Autodesplegable de Generación de Energía Renovable y, también, el avance tecnológico que llevará las energías limpias allá donde es más difícil conectarse a la red, como lugares aislados, para iluminar en momentos tan oscuros como una catástrofe natural o humanitaria en los que, en muchas ocasiones, la falta de electricidad dificulta las tareas de rescate.
Estos son los usos principales, que no los únicos, con los que se ha concebido este dispositivo pionero que, en su primer prototipo, incorpora casi un centenar de paneles fotovoltaicos (96) y un brazo robótico de 18 m que despliega los paneles y que hace las veces de mástil de un aerogenerador con los que, en menos de cinco horas para completar su instalación, puede empezar a generar energía solar y eólica. La potencia de energía instalada se sitúa en los 32 kWp.
Todo lo anterior se organiza en un contenedor de tamaño estándar de 40 pies que, por tanto, puede ser transportado a cualquier parte del mundo en sistemas de transporte de mercancías convencionales. Con una necesidad de mano de obra mínima para su instalación y puesta a punto, esta unidad móvil de energías renovables se monitoriza de forma remota, lo que permite controlar su funcionamiento desde cualquier lugar.
Con estas ventajas y otras, como el hecho de que Aurora tenga por único desecho el vapor de agua, esta unidad se convierte en una alternativa para sustituir a los grupos electrógenos que se suelen utilizar actualmente y que, no solo contaminan y resultan costosos, sino que en ocasiones son poco operativos para el suministro a campamentos de ayuda en crisis humanitarias, hospitales de campaña o en otras instalaciones similares.
Aurora, acrónimo elegido también por la diosa romana del amanecer, está dotado de baterías de gel para almacenar energía y para garantizar que no se producen cortes en el suministro. Si se quiere, la unidad puede reforzarse además con un segundo contenedor, en este caso de 20 pies, que constaría de una celda para la generación y el almacenamiento de hidrógeno a través de un electrolizador que genera también oxígeno.
Este proyecto pionero está impulsado por la Universidad de Huelva y por un consorcio de empresas formado por las españolas Sacyr, Ariema Enexia y Kemtecnia, que cooperan para fabricar esta unidad financiada a través del programa Feder-Interconecta.
Fruto de estos trabajos se ha creado ya este prototipo que cuenta con una potencia instalada de algo más de 32 kWp de energía totalmente renovable. El objetivo, apuntan desde el consorcio, es continuar avanzando hasta comercializar unidades de generación de energías renovables con mayor potencia, que podrían incorporar 120 paneles y cinco o más aerogeneradores.
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