Actualizado: 05/08/2022
Este verano podemos volver a viajar, entre ropa, papel y lápiz, y algunos básicos de cosmética natural, en mi neceser hay un hueco reservado para las estrellas de mi botiquín de primeros auxilios: los aceites esenciales.
¿Por qué usar aceites mientras viajas?
Un aceite esencial es, principalmente, la sustancia medicinal de distintas flores y plantas muy concentrada en forma líquida. Es, en otras palabras, la esencia de aquellas plantas que tienen poderes curativos (¡o que son tóxicas!). Precisamente porque son muy concentradas, hay que tener mucho cuidado con ellas.
La gran mayoría de aceites esenciales no pueden usarse directamente en la piel, sino que tienen que diluirse en un aceite base, como podría ser aceite de almendras, de oliva o de coco, o incluso en cremas y potingues. Pero lo bueno es que no solo son de uso tópico. ¡Puedes obtener muchos de sus beneficios solamente con olerlos o aspirarlos! Es por eso que son estupendos para viajar.
A continuación, te cuento los tres que nunca faltan en mi neceser.
Aceites que poner en tu maleta
Lavanda.
El aceite esencial de lavanda es una maravilla por la gran cantidad de propiedades que tiene. Puedes olerlo para tranquilizarte y calmar nervios, para ir más relajada en el avión, para aliviar dolores de cabeza y ansiedad, y para dormir mejor allá donde necesites.
Es uno de los pocos aceites que pueden usarse tópicamente de manera directa (aunque es mejor diluirlo), por lo que puedes usar una o dos gotas para aliviar el dolor muscular, el dolor de estómago y los dolores menstruales, para calmar las rojeces de la piel, y para cualquier granito. Además, ¡es un gran aceite antibacteriano! Diluido en un botecito de agua puede servirte también como desinfectante de manos.
Árbol del té
El árbol del té es otro de los aceites básicos, junto con el de lavanda y el de manzanilla, que puede usarse tópicamente. Solo una gotita de esta sustancia presenta grandes beneficios para la salud de tu piel. Combate granitos, espinillas y puntos negros, además de rojeces, rascadas y pequeños cortes. Es antibacteriano y antiséptico, por lo que también puede usarse como desinfectante, para los hongos de las uñas, y para reducir la inflamación de cortes y quemaduras.
Este aceite también va muy bien para repeler insectos (especialmente moscas y mosquitos) y para usar como desodorante y como enjuague bucal casero (ya que combate el mal olor y los gérmenes de la boca).
Menta.
Este aceite hay que diluirlo, pero resulta muy útil mientras viajas. Por un lado, puedes olerlo para despejar ideas, revitalizar la mente, combatir las náuseas y aliviar dolores de cabeza y migrañas. Por otro lado, un par de gotas en tu crema hidratante pueden ayudarte a aliviar el dolor muscular, a despejar las vías respiratorias y respirar mejor en caso de alergia.
Diluido en agua, resulta un estupendo enjuague bucal que, además, refresca el aliento. Si lo mezclas con aceite esencial de lavanda, potencia sus propiedades para cuidar la salud de tu piel, y si lo mezclas con media cucharadita de aceite de coco, ayuda a tu piel a estar más protegida del sol y a sanar quemaduras más rápidamente.
Estos son algunos de los aceites más básicos y prácticos que puedes encontrar, pero según tus necesidades puedes variar los que quieres llevar contigo. Por ejemplo, si vas a un viaje profesional o de trabajo, puede que el aceite esencial de limón te sea de ayuda, ya que mejora la concentración y aporta optimismo al olerlo. Fue un esencial para mí cuando, en vez de viajar a corto plazo, compré billetes solamente de ida para estudiar y vivir en el extranjero.
Por otra parte, si buscas algo más espiritual que medicinal, puedes utilizar el aceite esencial de incienso, que ayuda a meditar, devuelve la tranquilidad mental, y refuerza el sistema inmunológico.
¡Hay muchos que elegir! Y siempre encontrarás un aceite esencial hecho a la medida de tus necesidades. ¿Cuáles te llevas tú en la maleta? ¡Cuéntamelo en los comentarios!
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