Actualizado: 05/07/2024
Un nuevo aditivo transforma los plásticos tradicionales en plásticos biodegradables. Esta sustancia activa el proceso de degradación al punto de permitir que bacterias y hongos conviertan el material en plástico biodegradable.
La idea es hacer que los residuos plásticos que escapan al reciclaje sean inofensivos transformándolos en plástico biodegradable.
Es posible aplicar la tecnología de los plásticos biodegradables a los plásticos convencionales y el resultado es sorprendente. Ha sido probado por Symphony Environmental Technologies, una empresa británica que lanzó un aditivo que los productores de materiales plásticos pueden utilizar para hacer que los envases sean biodegradables.
El aditivo llamado d2W logra activar el proceso de degradación del plástico al punto de permitir que bacterias y hongos lo bioasimilen. Las aplicaciones del producto incluyen películas para envolver, bolsas de compras, contenedores rígidos y cierres.
De hecho, d2W es compatible con polietileno (PE) y polipropileno (PP), incluyendo polietileno lineal de baja densidad (LLDPE), polietileno de baja densidad (LDPE), polietileno de alta densidad (HDPE) y polipropileno biorientado (BOPP).
En contacto con tierra y agua, los plásticos que contienen el aditivo se convierten en dióxido de carbono (CO2), agua y biomasa en un plazo de 17 a 22 meses, gracias a la acción microbiana. La empresa también declara que con la degradación no quedan metales pesados o materiales tóxicos, incluyendo microplásticos. De hecho, los materiales plásticos producidos con el aditivo han superado el análisis de metales pesados y los tests de ecotoxicidad de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Basta con oxígeno, luz solar y temperatura ambiente para activar la transformación química. En estas condiciones, el plástico se degrada por oxidación hasta que su peso molecular es suficientemente bajo para que las bacterias y los hongos lo puedan metabolizar.
Un aditivo similar, por lo tanto, no podría funcionar en condiciones anaeróbicas. Sin embargo, se propone como una solución para los envases que escapan a estos canales de eliminación. Esto todavía representa una proporción muy importante, que vale al menos el 22% del total de residuos de plástico según las estimaciones.
El aditivo d2W ha superado los estándares globales para los tests de plásticos biodegradables y un estudio realizado por la Agence Nationale de la Recherche francesa muestra que «el plástico se biodegrada en el agua de mar y lo hace con una eficiencia significativamente mayor que el plástico convencional. El nivel de oxidación obtenido gracias al catalizador prodegradante d2w resultó ser de crucial importancia en el proceso de degradación«.
Más información: www.symphonyenvironmental.com
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