Actualizado: 01/07/2022
Una moción aprobada por la Cámara de los Comunes pide al gobierno que haga todo lo posible para alcanzar los objetivos fijados por los Acuerdos de París.
La emergencia climática nacional fue declarada sobre la base de un informe científico que indicaba una tendencia de calentamiento para Canadá que era el doble más alta que el promedio mundial.
Canadá declara la emergencia climática.
La moción presentada a la Cámara de los Comunes por la Ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático, Catherine McKenna (Partido Liberal de Canadá, al igual que el Primer Ministro Justin Trudeau), hace un llamamiento al gobierno canadiense para que haga todo lo que esté en su mano para alcanzar los objetivos establecidos por los Acuerdos de París.
La moción fue aprobada con 186 votos a favor y 63 en contra.
La ciencia ha demostrado que Canadá se está calentando el doble de rápido que la media mundial y que debemos hacer todo lo posible para alcanzar los objetivos que nos hemos fijado. Por esta razón votamos sobre la moción y es por estas razones por las que Canadá ya está tomando medidas.
Catherine McKenna.
La alarma a la que se refiere la Ministra de Medio Ambiente canadiense proviene de un estudio científico realizado por más de 40 científicos y publicado el pasado mes de abril por el Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá: según el estudio, los efectos del calentamiento global en Canadá son irreversibles en todos los aspectos y es probable que los ciudadanos canadienses sufran en un futuro próximo de olas de calor 10 veces más peligrosas que en otras partes del mundo y de lluvias y tormentas dos veces más violentas, al menos, si no se adoptan las medidas inmediatas de contención de las emisiones de gases de invernadero.
La moción, aprobada el lunes, describe el cambio climático como «una crisis real y urgente, impulsada por la actividad humana, que afecta al medio ambiente, la biodiversidad, la salud y la economía de Canadá«.
El primer ministro Justin Trudeau y los líderes de los dos partidos más importantes de Canadá, el conservador Andrew Scheer y el secretario del Partido Nuevo Demócrata Jagmeet Singh, no estuvieron presentes en el debate ni en la aprobación de la moción en la Cámara de los Comunes.
Una gran ausencia, subrayada por la líder de los Verdes, Elizabeth May, la única líder del partido presente en la sala. Trudeau, Scheer y Singh estaban en ese momento en Toronto, para el desfile en honor de los Toronto Raptors, nuevos campeones de la NBA.
El apoyo de Trudeau a las políticas ambientales y ecológicas está creciendo en los últimos años de su mandato (en 4 meses Canadá debería ir a las nuevas elecciones presidenciales) y las iniciativas de apoyo al medio ambiente se multiplican bajo la presión de la opinión pública. Un ejemplo de ello es el reciente anuncio de una próxima prohibición de los plásticos desechables, basado en lo que hizo la Unión Europea en marzo, hecho por el propio Trudeau.
Sin embargo, el Primer Ministro canadiense parece no querer contener el uso de combustibles fósiles: hace poco autorizó la construcción de un gasoducto de 5.500 millones de dólares canadienses que transportaría petróleo desde Edmonton, en Alberta, hasta Burnaby, cerca de Vancouver. Un oleoducto que atravesaría 620 millas de bosques y montañas y al que se han opuesto fuertemente las asociaciones ecologistas y el Partido Verde.
Una política ambigua que corre el riesgo de comprometer lo que ha sido aprobado por la Cámara de los Comunes y subestimar el alcance real de la crisis climática:
«Este es un problema de seguridad nacional. Es hora de que empecemos a tratarlo como tal».
Elizabeth May
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