El uso de las cocinas de gas sigue estando presente no solo en los restaurantes, sino también en los hogares. Datos actualizados sobre su utilización arrojan cifras que superan el 30% en países como España. Esto se debe a que son muchos los que prefieren no renunciar a ese toque profesional y casero que las cocinas de gas ofrecen.
Eso sí, aquellos que optan por la cocina de fogones de gas conocen tanto sus pros como sus contras. Un sabor más intenso y una regulación del fuego a cambio de una limpieza mucho más exhaustiva y compleja que el simple hecho de pasar la bayeta o rascar la vitrocerámica.
Por ello, es vital aprender cómo limpiar fogones obstruidos para que su utilización a diario no conlleve un gran esfuerzo, además de más tiempo del necesario, para dejarla como nueva.
Cómo prevenir los fogones obstruidos
Al igual que con cualquier otro elemento de uso diario, es muy importante darles un mantenimiento adecuado e invertir un tiempo en su limpieza de manera regular diariamente. Siempre que queden restos tras la utilización de los fogones se deben retirar para que esto no reduzca la vida útil de la cocina de gas.
Además, es vital limpiar los fogones cuando estén fríos, nunca cuando se encuentren aún calientes, para evitar posibles accidentes o daños en estos. Evitar productos abrasivos y herramientas afiladas hará los fogones no se dañen con facilidad. Si se quiere realizar una limpieza más a fondo, pueden utilizarse palillos o pequeñas agujas para evitar obstrucciones, pero siempre con sumo cuidado.
Cómo limpiar los quemadores de la cocina utilizando amoníaco
Para conseguir el mejor resultado utilizando amoníaco se debe utilizar una bolsa tipo ZIP, donde se introducirán los fogones junto a tres cucharadas de amoniaco. A continuación, se cierra herméticamente y se agita con relativa fuerza para eliminar los vapores del amoníaco.
Después, se dejan reposar unas doce horas. La bolsa debe abrirse en una zona de la casa que esté bien ventilada. Una vez se tengan los fogones fuera de la bolsa se friegan con agua y jabón, pero sin utilizar el estropajo.
Con este método tan sencillo se obtienen muy buenos resultados, aunque debido a su duración se debe ser previsor para evitar posibles problemas domésticos, ya que la cocina no podrá usarse hasta prácticamente el día siguiente.
Cómo limpiar los quemadores de la cocina con vinagre, limón y bicarbonato
El vinagre y el limón son productos que suelen estar siempre presentes en casa, por ello, pueden utilizarse indistintamente siempre y cuando también haya bicarbonato. Para ello se prepara un cazo con agua muy caliente y se le añade el zumo de un limón o vinagre blanco. Se recomienda que el agua esté en ebullición y que la cantidad a añadir, tanto de limón como de vinagre sea un tanto generosa. Por último, se añaden un par de cucharadas de bicarbonato.
Se retira el agua hirviendo con el vinagre y el bicarbonato del fuego y se introducen los quemadores. Se deben dejar sumergidos al menos 1 hora. Pasado este tiempo se secan y se les aplica una capa de bicarbonato. Después solo hay que rascar los fogones con una esponja de hierro para conseguir los resultados esperados.
Productos específicos para fogones
Desde hace años se han hecho muy populares por sus excelentes resultados. Entre los más utilizados por su eficacia se encuentra el KH-7, tanto en su versión quitagrasas como en la desinfectante. Es muy sencillo de utilizar, solo debe pulverizarse el producto sobre los fogones y dejar que este actúe durante aproximadamente 5 minutos.
Pasado ese tiempo, solo hay que pasar un trapo para retirar los restos y dejar los fogones completamente limpios y desinfectados.
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