Actualizado: 15/12/2021
La familia Schaub estuvo un año entero sin comer alimentos con azúcares añadidos. Su recompensa ha sido sentirse más sanos y más fuertes, así como enfermar menos.
Estos experimentos familiares están siendo frecuentes últimamente, aún recuerdo el caso de la familia sueca que se alimentó solo de comida orgánica 2 semanas, y que nos dio unos datos muy relevantes.
La periodista Eve O. Schaub tuvo la idea después de que un día su marido le enseñó un vídeo de un endocrinólogo pediátrico donde hablaba sobre el consumo de azúcar, las consecuencias de su consumo. Eve recopiló toda la información que pudo relativa al azúcar y descubrió que casi toda la población toma una dosis mucho mayor de azúcar de lo que la OMS considera saludable: 25 gr / día. Ten en cuenta que una lata de refresco contiene de media 39 grs de azúcar, así que si tomas una lata de refresco al día ya estas superando la dosis de azúcar que recomienda la Organización mundial de la salud.
Para su año sin azúcar, Eve marcó una regla muy clara, no debían consumir alimentos con endulzantes añadidos, sea cual fuere el alimento. Solo podrían tomar azúcar que estuviera presente en el propio alimento de forma natural. Así comenzaron su aventura Eve, su marido y sus hijas de 9 y 13 años.
Una regla tan sencilla descubrieron que era muy complicada de cumplir. Como explica el informe Planeta Azúcar, el 75% del azúcar que consumimos está invisibilizado en los alimentos procesados.
Para adaptarse al reto Schaub tuvo que empezar a cocinar su propia comida, ya que prácticamente casi todos los alimentos procesados tienen edulcorantes añadidos.
Al principio fue muy duro prescindir del azúcar, de los dulces y de muchos alimentos que estaban acostumbrados a consumir pero que llevaban azucares añadidos. Con el pasar de los meses sus paladares cambiaron por completo, lo dulce les empezó a saber distinto y, cuanto mas tiempo pasaba, mas repelentes les resultaban. Ya no les resultaban tan apetecibles muchos dulces y alimentos que antes comían con gusto habitualmente.
El renunciar al azúcar tuvo efectos importantes sobre sus cuerpos. Se sentían más sanos y parecía que enfermaban menos, sus resfriados eran más leves y mejoraban antes. Ha dejado escrita su experiencia en un libro: «Un año sin azúcar«.
Cuando acabó el experimento, su año sin azúcar, se permiten algún que otro exceso pero la forma en que comen ahora es muy diferente a como comían antes. Solo toman azúcar en cantidades muchísimo más pequeñas que antes, lo evitan en su vida diaria y sólo lo toman en algún postre cuando la ocasión lo merece.
Según nos cuenta Eve «Los fabricantes lo utilizan porque mejora el sabor de los alimentos, es un eficaz conservante y es barato, pero tenemos el derecho de saber si nos estamos envenenando a nosotros mismos«.
Fotos: facebook.com/yearofnosugar