Una travesía que lo llevará a 50 países y más de un centenar de puertos. El primer barco propulsado sólo por hidrógeno y energías renovables, un catamarán deportivo de 30 toneladas ha empezado su viaje alrededor del mundo, el objetivo demostrar que las energías renovables tienen potencial para realizar este tipo de travesías y además añade el elemento del hidrógeno al sistema de propulsión.
Un total de 130 metros cuadrados de paneles solares proporcionan la superficie necesaria para la generación de energía que se transforma en hidrógeno por medio de un electrolizador, se almacena y se utiliza cuando hace falta. Este sistema ayuda a dejar de lado la utilización de combustibles fósiles y dar al Energy Observer la posibilidad de ser punta de lanza en esta área.
La alianza entre ENGIE, Victorien Erussard, fundador y capitán del Energy Observer y Jérôme Delafosse, líder de la expedición, pretende cubrir el recorrido alrededor del mundo, al tiempo que pone en marcha un laboratorio experimental dirigido a la autonomía energética, para dejar de lado las emisiones de gases de efecto invernadero o de partículas finas.
Una gran travesía.
El catamarán tiene previsto cruzar los mares hasta el año 2022, se plantea visitar en total 50 países y realizar poco más de un centenar de paradas. La meta es conseguir ser el primer navío eléctrico con propulsión por medio de energías renovables que consiga la proeza de dar la vuelta al mundo y demostrar que las travesías son posibles mientras se es respetuoso con el medio ambiente.
Los primeros 8 meses de viaje se dedican al recorrido por el Mar Mediterráneo, en esta parte del trayecto los desarrolladores se plantean hacer las mediciones y pruebas necesarias para saber si la embarcación está preparada para llegar más lejos.
La esperanza en energías renovables.
La inversión que hasta el momento ha tenido este proyecto oscila los 5 millones de euros. El proyecto es tan prometedor que hasta cuenta con el apoyo de la UNESCO que en su página lo describe como promotor de “energías renovables” y centra la atención en la posibilidad que tiene de “sensibilizar sobre los desafíos de la transición energética”. Así la primera nave de “huella de carbono cero” tendrá a la institución a bordo, mientras realiza los 5 años de travesía y visita las grandes capitales marítimas del mundo, puertos históricos, reservas naturales o acude a eventos internacionales de relevancia.
Más información: energy-observer.org
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