Los efectos del cambio climático provocado por el hombre están interrumpiendo las lluvias invernales, con graves consecuencias para la agricultura y el turismo.
La gran parte de las lluvias en la Península Ibérica se producen en invierno, cuando los sistemas de bajas presiones húmedas llegan desde el Atlántico. Sin embargo, un sistema de altas presiones situado frente a la costa, denominado anticiclón de las Azores, puede bloquear los frentes meteorológicos húmedos.
Los científicos han descubierto que los inviernos con anticiclones de las Azores «extremadamente intensos» han aumentado drásticamente, pasando de uno de cada 10 inviernos antes de 1850 a uno de cada cuatro desde 1980. Estos extremos también empujan el tiempo húmedo hacia el norte, haciendo más probables las lluvias en el norte del Reino Unido y Escandinavia.
Según los científicos, esto sólo puede deberse a la crisis climática, provocada por las emisiones de carbono de la humanidad.
Estas anomalías no tienen precedentes si se consideran los últimos 1.000 años. Esto tiene grandes implicaciones, significa condiciones más secas para la Península Ibérica y el Mediterráneo.
La Península Ibérica se ha visto afectada por olas de calor y sequías cada vez más frecuentes en los últimos años, y este año el mes de mayo ha sido el más caluroso registrado en España.
Esta nueva investigación analizó datos meteorológicos que se remontan a 1850 y modelos informáticos que reproducen el clima hasta el año 850. Se descubrió que, antes de 1850 y del comienzo de las emisiones de gases de efecto invernadero por parte del hombre, este efecto se producía una vez cada 10 años de media.
Entre 1850 y 1980, la frecuencia era de una vez cada 7 años, pero después de 1980 aumentó a una vez cada 4 años. Los datos mostraron que se reducen las precipitaciones media mensuales en invierno en aproximadamente un tercio. Otros datos procedentes del análisis químico de las estalagmitas de las cuevas portuguesas muestran que la escasez de precipitaciones está estrechamente relacionada con el anticiclón de las Azores.
Las simulaciones informáticas del clima del último milenio cubren un periodo hasta 2005. Pero otros estudios que cubren años posteriores son consistentes con los nuevos hallazgos y se espera que sigan aumentando las sequías en la Península Ibérica, hasta que las emisiones globales de carbono se reduzcan a cero neto.
España también es el mayor productor mundial de aceitunas y una fuente importante de uvas, naranjas, tomates y otros productos. Sin embargo, las precipitaciones han disminuido entre 5 y 10 mm al año desde 1950, y se prevé un nuevo descenso del 10 al 20% de las lluvias invernales para finales de siglo.
Otras investigaciones han proyectado un descenso del 30% en la producción de aceitunas en el sur de España para 2100 y una caída en las regiones productoras de uva de toda la Península Ibérica del 25% al 99% para 2050 debido a la grave escasez de agua.
Vía www.nature.com
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