Actualizado: 01/01/2022
Hoy en día estamos asistiendo a un interés creciente hacia temáticas como el respeto hacia el medio ambiente, la reducción de la contaminación en el aire, una mayor atención a la cantidad de basura y de plástico que producimos y hacia lo que compramos. Cabe decirlo, todavía estamos bastante lejos de un cambio de actitud generalizado y de escala mundial, pero como se dice ¨Roma no se construyó en un día¨, y ya es algo muy positivo ver que cada vez más personas tienen la voluntad de impulsar un cambio para dejarles un mundo mejor a las futuras generaciones.
La pregunta que más a menudo se suele hacer con respecto a estos estilos de vida minimalistas y que aparentemente renuncian a muchas de las comodidades de la sociedad hodierna en favor del medio ambiente es: ‘¿Cómo lo hacen?¿Cómo se puede renunciar en tantas cosas cuando todo el mundo no prescinde de ellas?’
Quizás a veces, reflexionando sobre el tema, te hayas preguntado lo mismo. Pues tienes que saber que la respuesta puede ser bastante diferente a lo que tu piensas. Llevar un estilo de vida más zero waste es más fácil de lo que uno diría y, nos atrevemos a decir, también bastante divertido.
Pasar del día a la noche a una vida completamente sin residuos es difícil, eso sí. Pero queremos enseñarte cómo con algún que otro truco podrás reducir considerablemente tu huella ambiental y el plástico que desecha sin ni siquiera darte cuenta y – respondiendo a la pregunta – sin renunciar a nada de lo que haces o comes.
Consejos para reducir el plástico para principiantes
Así pues, te vamos a proporcionar algunos pequeños cambios que puedes aportar a tus hábitos desde ya y que pueden ser muy beneficiosos para el medio ambiente, siguiendo la ley del mínimo esfuerzo máximo beneficio.
1. No utilices más las bolsas de plástico
Las bolsas de plástico son de lo más dañino que hay para el medio ambiente, ya que tienen una vida útil muy breve: al llegar a casa después de una compra ya acaban en la basura. Esto por supuesto supone una cantidad de plástico muy grande que acaba en los vertederos. Solo con cambiar las bolsas de plástico con una bolsa reutilizable de tela ahorrarías una cantidad considerable de plástico al año, ayudando al medio ambiente. Se trata de un cambio imperceptible para ti, si lo piensas. Además, las bolsas de tela son muchos más resistentes y es muy difícil que se rompan.
2. Adiós botellas de plástico
También las botellas de plástico son algo que deberíamos reducir, ya que estas también forman parte de los así llamados plásticos de usar y tirar. Esta tipología de plásticos son los más dañinos para el medio ambiente por su vida útil muy corta y deberíamos de intentar reducirlos cuanto más sea posible. Cambiar las botellas de plásticos que tienes en casa por botellas de aluminio o vidrio es un buen inicio para mejorar la situación.
Para reducir la cantidad de botellas de plástico que compras en el super, te aconsejamos que no compres las de 1,5L, sino que optes por las de 5L u 8L. La cantidad de plástico total es menor y, al llegar a casa, siempre puedes ir rellenando tus botellas de vidrio.
3. Lleva contigo un vaso plegable
Muchos de nosotros estamos todo el día fuera de casa por trabajo, y suele ser habitual empezar la mañana con un buen café con leche para llevar. Cada vez que pedimos una bebida para llevar estamos produciendo basura que podríamos ahorrarnos, ya que tiramos los envases nada más acabar de beber. La solución es un sencillo vaso plegable que puedes guardar en el bolso y llevar contigo adonde vayas. Cada vez que pidas una bebida para llevar lo utilizarás y evitarás generar más basura. Haz la cuenta de cuántos envases ahorrarías por semana, mes y año y te aseguramos que te sorprenderás positivamente.
4. No utilices pajitas de plástico
Otro plástico de usar y tirar, las pajitas son muy perjudiciales para el medio ambiente. Además, a diferencia de las bolsas o botellas, no cumplen una función importante, ya que podríamos beber sin problema sin ellas. Así pues, solamente con prescindir de ellas y beber directamente del vaso estarás haciendo una buena acción hacia el medio ambiente. Si eres de los que no puede renunciar a las pajitas al tomarse un refresco en una terraza, te aconsejamos que lleves contigo una pajita reutilizable. Hay muchas en comercio de diferentes medidas y materiales, las más comunes son las de acero o bambú.
5. Cambia el cepillo de dientes de plástico
Si te paras a pensar, cada aproximadamente tres meses cada uno de nosotros tiramos el cepillo de dientes y compramos uno nuevo. Esto está bien y los mismos dentistas nos aconsejan renovarlo periódicamente para no dañar los dientes y asegurar una limpieza efectiva. Sin embargo, lo que podemos hacer para reducir el impacto ambiental en este caso es cambiar el típico cepillo de dientes de plástico por uno de bambu o madera, cuyo impacto ambiental es mucho menor. También existen algunos que permiten quitar el cabezal y solamente cambiar eso, una opción aún mejor ya que no tirarás todo el cepillo. Por último, también un cepillo de dientes eléctrico puede ser una buena idea. Es verdad que está hecho de plástico, pero al cambiarle solo el cabezal el impacto es menor que un cepillo clásico.
Si has llegado hasta aquí te habrás dado cuenta de que ser más respetuosos con el medio ambiente de verdad es más fácil de lo que uno piensa. No hace falta ser 100% zero waste: con algunos cambios pequeños que para nada influyen en nuestro estilo de vida o hábitos de compra podemos darle una gran mano al medio ambiente y sentirnos mucho mejor con nosotros mismos.
Nacho Blanco dice
Lo del cepillo de dientes eléctrico no lo veo. ¿Cuantos recursos se necesitan para el motor eléctrico, la electrónica, el diseño, etc de un cepillo eléctrico? Muchísimo más que decenas o cientos de cepillos de plástico. El problema de las cepillos de madera y bambú es que son materiales porosos y, por lo tanto, crecen más bacterias en ellos, así que habría que cambiarlos mucho antes (recomiendan cada semana).