Actualizado: 04/10/2022
11 pisos por debajo de una de las líneas más concurridas del metro de Londres, la línea Northern Line, que conecta el norte y sur de la ciudad, el primer huerto urbano subterráneo de la capital británica está comenzando a dar sus primeros pasos a 33 metros de profundidad. El proyecto quiere hacer crecer las verduras en los túneles construidos en 1940 como refugios para la población durante la segunda guerra mundial.
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«El lugar reunía con todos los requisitos que buscábamos: haberse estabilizado a una temperatura de 16 ° C durante todo el año y suficiente espacio para nuestros planes: son 10.000 m² de espacio para plantas», dijo Richard Ballard, fundador de Zero Carbon Food Company, responsable de la iniciativa.
Abandonado desde el final de la guerra, los túneles son propiedad del Departamento de Transporte de Londres (TFL, Transport for London), y fueron arrendados por 25 años para el proyecto – las cantidades de la renta no han sido reveladas. Situado cerca de la estación de metro de Clapham North, llegaron a servir como un refugio antiaéreo a casi 12.300 personas en julio de 1944.
Desde la guerra, sin embargo, los túneles fueron abandonados y los planes para usarlos como parte de la red de transporte nunca salió de la mesa de diseño. Hoy en día, son menos de cinco kilómetros en la zona del mercado de Covent Garden que reúnen a mayoristas y restaurantes conde la compañía tiene la intención de atraer a los clientes.
Utilizando técnicas hidropónicas, el agua de lluvia (la propuesta es utilizar un 70% menos de agua que la que se utiliza en la agricultura tradicional), y un sistema de iluminación con luces LED, este huerto tendrá como destino los restaurantes de Londres.
«La proximidad a los consumidores es otra de las ventajas de los túneles ya que podemos ofrecer verduras frescas a los clientes en cuestión de horas. Esto aumenta su tiempo de vida y reduce drásticamente los costos de transporte, lo que significa menos emisiones de carbono», dijo Steven Dring, socio fundador de la empresa.
Quieren cultivar una gran variedad de hierbas, especias y verduras como los brotes de guisantes, brócoli, ajo, cebollino, wasabi, perejil, cilantro, albahaca, flores comestibles, vegetales decorativos, mostaza, rábano, y una variedad de tomates y champiñones.
Repartidas en tres niveles de pisos, las plantaciones deben producir 2,5 kg de alimentos ecológicos por metro cuadrado. «Es suficiente para nuestro público objetivo«, dijo Dring.
Otro factor que atrajo la atención es que uno de los socios es el galardonado chef Michel Roux Jr, del restaurante francés Le Gavroche, con dos estrellas michelin.
Comenzó su andadura en 2015 con una inversión inicial de un millón de euros que se consiguieron gracias al crowdfunding y a un inversor privado. La mayoría de la inversión se fue en acondicionar los espacios, ya que el alquiler del refugio resulta cien veces más barato de lo que les costaría en la superficie. La cámara de cultivo, con instalación de energía renovable, costó 676.000 euros.
Después de la inversión inicial el mantenimiento es mínimo. Tienen instaladas luces LED color rosa, que cambian su intensidad dependiendo de las fases del día que quiera emular. Cabe destacar como curiosidad, que las luces emulan el día durante la noche, ya que la electricidad por la noche es más económica.
Dos años después de su puesta en funcionamiento, Growing Urderground factura más de 70.000 euros mensuales. Pueden producir entre 5.000 y 20.000 kilos de productos al año, dependiendo de la variedad que cultiven.
La producción diaria son 2.000 paquetes de 80 gramos, con mezclas para ensaladas, a un precio de 2,8 euros.
Sus planes a cinco años vista son abrir nuevos huertos urbanos subterráneos en el Reino Unido y probablemente uno fuera del país.
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