Actualizado: 30/08/2023
Es un hecho que el rendimiento y la eficiencia de un sistema fotovoltaico depende en gran medida de la calidad y el tipo de batería que usemos.
Además, el mantenimiento adecuado de un sistema solar también está muy definido por el tipo de baterías usadas en el sistema.
Hoy hablamos del mantenimiento necesario para mantener las baterías de tu sistema solar trabajando en valores de eficiencia estándar de la industria. También profundizaremos en un par de tipos diferentes de baterías que se usan a menudo con los sistemas solares, definiendo los requisitos de mantenimiento para cada uno de estos diferentes tipos de baterías.
¿Qué son las baterías solares?
La energía que se almacena en las baterías solares es la electricidad que se genera por un sistema fotovoltaico.
El panel fotovoltaico es capaz de convertir la luz del sol en energía.
Esta energía se envía a una batería solar donde se almacena para usarla como electricidad. Las baterías están conectadas a la red eléctrica principal de una casa o empresa y, por lo tanto, la energía de estas baterías se puede usar como la electricidad tradicional suministrada por la red.
¿Cómo se cargan las baterías solares?
Otra pregunta frecuente sobre la energía solar es ¿cómo cargar las baterías solares? Esto se hace simplemente conectando la batería a la red que contiene las placas solares, también conocidas como bancos de baterías. Estos sistemas de almacenamiento solar recibirán la energía directamente de los paneles solares.
¿Cual es la vida útil de las baterías solares?
Aproximadamente de 5 a 15 años, dependiendo de las condiciones en las que se almacenan y la frecuencia con que se usan.
Cada año la tecnología de almacenamiento mejora y permite que sean cada vez más duraderas y eficientes. Las baterías para el almacenamiento doméstico cada día son más accesibles.
Mantenimiento de una batería solar de iones de litio.
Durante al menos una década o más las baterías de litio han sido la opción preferida de los instaladores de sistemas solares. Las baterías de litio requieren muy poco mantenimiento, tienen una densidad extremadamente alta, son cada vez más baratas comparadas con otros tipos de baterías.
Estas baterías funcionan en la mayoría de los entornos, sin embargo, no son particularmente adecuadas para temperaturas extremadamente altas o frías. Tampoco son la mejor batería para usar durante largos períodos de almacenamiento, ya que pueden perder la energía almacenada.
Con respecto al mantenimiento de las baterías solares de iones de litio, su principal problema de mantenimiento es causado por la tasa de degradación.
De manera similar al problema que a menudo se enfrentan los teléfonos móviles, las baterías de litio usadas en los sistemas solares tienden a desgastarse después de un número determinado de cargas o descargas. Cualquier propietario de un sistema solar de baterías de iones de litio debe siempre planificar con antelación esta tasa de degradación.
Hay dos tipos comunes de baterías de iones de litio que se usan en los sistemas solares, las baterías de litio-ferrofosfato (LFP) y las baterías de litio-níquel-manganeso óxido de cobalto (NMC).
Mantenimiento de las Baterías de litio-ferrofosfato (LFP).
Las baterías de litio-fosfato de hierro (LFP) son bien conocidas por ser seguras, duraderas e ideales para usos domésticos.
Ya que este tipo de batería no contiene cobalto, conocido por su peligro de incendio, a menudo se considera que es uno de los tipos de batería más seguros para usar en sistemas fotolvoltaicos residenciales.
Las baterías de litio-ferrofosfato tampoco necesitan de ningún sistema de ventilación o refrigeración, lo que las convierte en las baterías ideales para interior. Este es uno de los tipos de batería más usados por los usuarios de sistemas fotovoltaicos residenciales que requieren un ciclo de energía diario y están conectados a una red eléctrica comercial.
Las baterías de litio-ferrofosfato no requieren de ningún tipo de mantenimiento, pero hay que tener en cuenta que el lugar donde se alojan afectará de forma determinante a su rendimiento.
Dentro de cada batería de LFP, hay un dispositivo conocido como sistema de gestión de baterías (BMS). El BMS registra automáticamente el nivel de carga de la unidad, la temperatura interna, la vida útil restante del ciclo y algunos datos más. El control del BMS es esencial para maximizar el rendimiento de cualquier batería LFP. Si estas baterías se encuentran a altitudes moderadas y dentro de un rango de temperatura razonable, los propietarios no tendrán que preocuparse por ningún mantenimiento.
El daño causado por sobrecargas en este tipo de baterías es mínimo o nulo, un problema al que se enfrentan comúnmente otros tipos de baterías solares. Esto convierte a las baterías LFP en la batería de recarga perfecta.
Mantenimiento de las baterías Litio Níquel Manganeso Óxido de Cobalto (NMC)
Las baterías de litio-níquel-manganeso-cobalto (NMC) son otro tipo de almacenamiento muy seguro que se usa a menudo en los sistemas solares residenciales.
Al igual que las baterías LFP, las unidades NMC también tienen un sistema de gestión de baterías que diagnostica y monitoriza todas las funciones principales de la unidad.
A diferencia de las baterías LFP, estas baterías contienen óxido de níquel y cobalto manganeso, lo que les permite almacenar mucha más energía que todos los demás tipos de baterías de iones de litio.
Las baterías NMC, al igual que las baterías LFP, no requieren ningún tipo de mantenimiento. El sistema de gestión de la batería se asegurará de que esté en condiciones de funcionamiento adecuado y seguro durante toda su vida útil.
La temperatura o el uso extremo acortarán su vida útil, sin embargo, esto no suele ser motivo de preocupación para un usuario tipo de baterías residenciales o incluso comerciales de bajo nivel.
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