Actualizado: 18/08/2021
Desde que surgió con la audaz visión de limpiar los plásticos de los mares allá por 2013, el Proyecto de Limpieza de Océanos ha hecho muchos ajustes en el diseño de sus barreras de captura de basura. El último podría ser el más significativo hasta la fecha, ya que el equipo ha pasado de un diseño pasivo que dependía de las fuerzas del océano a otro con propulsión activa, que consideran mucho más eficiente.
En un principio, la idea del sistema del Proyecto de Limpieza de Océanos era anclar una enorme barrera flotante en forma de U al fondo marino, que aprovecharía las corrientes del océano para recoger los residuos de plástico a medida que fueran llegando a la zona.
Las versiones posteriores adoptaron un enfoque de flotación libre y fueron impulsadas por las corrientes, las olas y el viento, creando un diferencial de velocidad con los residuos de plástico que permitía recogerlos a medida que la barrera se desplazaba por el agua.
Sin embargo, las pruebas realizadas en el Gran Continente de Basura del Pacífico demostraron que el diseño no estaba a la altura de la tarea, ya que el sistema tenía dificultades para mantener la velocidad necesaria para recoger la basura.
Así que el equipo trasladó el sistema y realizó algunas mejoras, la más notable de las cuales fue un enorme paracaídas diseñado para ralentizar la barrera y mantener una velocidad constante, de modo que el plástico que se movía más rápido pudiera derivar hacia la abertura y permanecer allí.
El equipo ha abandonado la idea de un sistema pasivo en favor de uno de propulsión activa, con embarcaciones tripuladas en cada punto de la barrera en forma de U que la remolquen a través del agua a una velocidad constante de 1,5 nudos.
La idea es canalizar el plástico recogido hacia una zona de retención en el extremo más alejado, y una de las ventajas de que sea remolcado por barcos con tripulación es que puede dirigirse hacia zonas de alta concentración de residuos. Otra ventaja de este diseño, según el Ocean Cleanup Project, es que su ampliación será más viable desde el punto de vista comercial.
Este diseño, llamado Jenny, cuenta con una barrera de 800 metros de largo y se describe como el primer sistema a gran escala del Ocean Cleanup Project.
Esta semana se ha desplegado por primera vez en el Gran Continente de Basura del Pacífico y se someterá a más de 70 pruebas distintas en las próximas 60 semanas. Con estas pruebas, el equipo pretende no sólo validar el diseño, sino demostrar que tiene un impacto medioambiental limitado y no presenta problemas de seguridad, al tiempo que recoge una cantidad significativa de plástico.
Con la cantidad de plástico que se vierte en los océanos cada día, el equipo tendrá que trabajar duro para limpiar el problema. Una parte igualmente importante de su solución consiste en recoger gran parte de estos residuos cuando llegan al mar desde los ríos más contaminados del mundo, con un sistema que denomina El Interceptor. El equipo aspira a reducir los plásticos flotantes en el océano en un 90% para 2040.
Más información: theoceancleanup.com
Ronald Quintana dice
Pero se debe evitar que los paises sigan vertiendo basura y plástico a los océanos.
Hilda Marval dice
Éxitos!! despacio también se llega y como dicen: » No es llegar primero, sino saber llegar»
Fernando González Almeida dice
Excelente trabajo. Pero servirá de poco mientras los hábitos de consumo permanezcan inalterados. El mundo necesita nuevos productos que no involucren combustibles fósiles entre sus componentes básicos.
Nicolas dice
Q asegura q lo único que captura es plástico o basura?