El mundo asiste a un avance en la generación de energía renovable con los paneles oceánicos piezoeléctricos, un invento reciente que ha capturado la atención en el prestigioso concurso James Dyson Award. Esta tecnología pionera promete transformar la fuerza de las olas marinas en energía eléctrica, ofreciendo una alternativa verde en la lucha contra la dependencia de los combustibles fósiles y su consecuente impacto ambiental.
¿Qué son los Paneles Oceánicos Piezoeléctricos?
Los paneles, ideados por Phoebe Bamford, graduada de la Universidad Brunel de Londres, están dotados de cristaless piezoeléctricos y se plantean como una fuente de energía limpia altamente eficiente. Estos dispositivos se montarían en los contrafuertes de los acantilados para aprovechar la energía cinética de las olas, un recurso aún no explotado suficientemente, especialmente en el Reino Unido, un país con un considerable potencial dada su extensa costa.
El despertar de la energía de las olas
Phoebe Bamford se sumerge en el reino de las energías renovables, enfocando su ingenio en el vasto potencial oceánico. Con un porcentaje mínimo del suministro energético británico proveniente de la energía de las olas, Bamford identifica una oportunidad de oro. Se aparta del uso de turbinas, cuyo movimiento no se alinea con el flujo natural del agua, y opta por la piézoélectricidad que convierte directamente la energía cinética en electricidad sin pasos intermedios, prometiendo mayor eficiencia.
Diseño y confección de los paneles
Después de experimentar con 19 variantes de cristaless piézoeléctricos, Bamford ha mejorado su creación, ajustando factores como la forma, el tamaño, la composición y las condiciones de crecimiento de los cristales. El resultado es un panel con una geometría hexagonal optimizada que mejora la transferencia de electricidad y se encapsula en una estructura cilíndrica resistente a la erosión y capaz de soportar presiones constantes.
Funcionamiento armónico con el mar
La innovación no se detiene en el mero diseño. Los paneles emplean una superficie biomórfica que simula las formaciones arenosas de las playas, maximizando la absorción y dispersión de la energía de las olas. Esta energía se canaliza hacia cristaless piézoeléctricos que, al comprimirse, generan electricidad. Esta se transmite a través de cables conectados a las placas de cobre, convirtiendo así la fuerza natural de las olas en una fuente de energía limpia y renovable.
Seguridad y mantenimiento
Pensando en la seguridad y la sostenibilidad a largo plazo, Bamford ha protegido su sistema con una toma de tierra y sellos que garantizan su impermeabilidad. Además, se ha considerado la facilidad de mantenimiento, permitiendo que los subconjuntos del dispositivo se puedan reemplazar con sencillez.
Más información: www.jamesdysonaward.org
Luis Mauricio Merce V dice
Me parece una gran idea y felicito que se difundan las nuevas tecnologías sobre todo si son ecológicas