Actualizado: 05/07/2024
Se ha hablado mucho de los e-fuels o e-combustibles desde que Alemania obtuvo una prórroga de la Unión Europea sobre el uso de estos combustibles sintéticos. Como sabemos, incluso después de 2035 será posible vender nuevos coches endotérmicos siempre que utilicen exclusivamente e-combustibles. Sin embargo, sabemos que, hoy en día, la producción de este tipo de combustibles es extremadamente limitada y muy cara.
Y a propósito de la producción de tales combustibles sintéticos, nos llega la noticia de que HIF Global ha recibido luz verde para construir la mayor planta de producción de e-combustibles del mundo en Texas.
Esta empresa cuenta con el apoyo de Porsche, con la que construyó una planta piloto en Chile para la producción de estos combustibles sintéticos. Tras el éxito de este proyecto piloto, HIF Global decidió dar un nuevo paso en su estrategia.
De aquí a 2027, esta nueva planta deberá producir anualmente más de 750 millones de litros de combustible sintético (para el sector del transporte y no sólo para automóviles). El inicio de la construcción está previsto para 2024. Será la primera planta de e-combustible a escala comercial del mundo, un paso clave para demostrar que esta tecnología tiene futuro. La empresa afirma que podrá producir anualmente suficiente e-combustible para abastecer a unos 400.000 coches.
Para producir los más de 750 millones de litros de combustible sintético, la empresa utilizará unos 2 millones de toneladas de CO2 y 300.000 toneladas de hidrógeno obtenido mediante un proceso de hidrólisis con energía renovable. HIF Global aún no ha revelado de dónde obtendrá el CO2, el hidrógeno o la energía renovable para hacer funcionar la planta de producción.
Además, aún no está claro quién comprará una producción tan grande de combustible sintético. Actualmente, la producción de la planta de Chile la compra Porsche. HIF Global también planea construir una planta de e-fuel en Tasmania (Australia) para producir hasta 100 millones de litros de combustible sintético al año.
Según un estudio del Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, producir un litro de e-combustible cuesta actualmente unos 50 euros. Sin embargo, si se lleva la producción a escala industrial, este coste puede bajar a 2 euros, y a 1 euro a largo plazo.
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