Actualizado: 05/07/2024
Nos gustaría compartir con vosotros unas cuantas ideas para mantener el calor dentro de vuestra casa y gastar lo menos posible en calefacción.
Tenéis que saber que la calefacción supone de media el 15% del total de la energía que consumimos en una casa. Lo más importante es retener el calor al máximo dentro de la casa, evitar las perdidas. Una vivienda bien aislada puede reducir entre un 20 y un 40% el gasto de calefacción.
Ventilar, pero sin pasarse.
Solo necesitaras 10-15 minutos para ventilar una casa completamente. No lo hagas en las horas mas frías del día, busca las horas donde la temperatura sea mas alta. ¿Sabes por qué es importante ventilar? Descubre las plantas que pueden purificar de forma natural el aire de tu casa.
Zonifica. Divide y vencerás.
Zonificar es fundamental, evita que el aire circule mucho, reduce la pérdida de calor. El hábito de cerrar puertas, genera pequeños aportes de calor proporcionando más confort en casa.
Aprovecha la luz del sol.
A través del cristal podemos absorber el 89% de la energía solar, sobre todo la madera y el metal. El cristal mantiene un 5% de ese calor, mientras que el 6% restante se refleja hacia el exterior y se pierde. Durante el día, si hace un día soleado, debemos aprovechar para recoger todo el calor que podamos.
Lo ideal es que en el momento en que el sol incida sobre la casa no se tenga ningún tipo de obstáculo que impida que entre la luz al interior, tales como persianas o cortinas. No abras las ventanas, porque se irá el calor que la vivienda ha ido acumulando.
Cuando llega la noche, cierra las cortinas y persianas para evitar que el calor se vaya.
Intenta acondicionar tu casa para que las habitaciones donde duermas estén durante el día expuestas al sol.
La cinta adhesiva, una aliada.
Un material económico que puedes comprar en cualquier ferretería es la cinta adhesiva aislante, usada para tapar aquellas fisuras existentes en puertas, ventanas o rendijas. Evita la sensación esa que tenemos de que hay corriente pero no sabes de donde viene.
Ten cuidado cuando selles la circulación del aire al exterior, puedes incrementar la posibilidad de una acumulación de monóxido de carbono, especialmente si usas gas natural o propano. Asegúrate de instalar un detector de monóxido de carbono.
La ropa que te pongas en casa será fundamental.
Para que te sientas mejor, elige pijamas calentitos y zapatillas confortables.
La cama en invierno requiere sábanas distintas a las del verano, el tejido de franela es tu aliado contra el frío.
Un gran porcentaje de pérdida de calor corporal ocurre en la región de la cabeza, así que es crucial mantener tu cabeza cubierta. Un suéter de cuello de tortuga también hace maravillas.
Los colores, de capital importancia.
Los colores y la temperatura están relacionados: cuanto más oscuro es un objeto más calor absorbe. Los colores blancos o claros absorben el sol, pero devuelven el espectro de luz, así que filtran poca energía. Los colores oscuros nos darán mas calor.
*Un estudio de la Universidad Estatal de Campinas, en São Paulo, Brasil, afirma que el negro capta el 98% del calor que le llega, el gris (90%) y verde oscuro (79%).
Usa alfombras.
El suelo es el elemento constructivo que mayor pérdida energética tiene. El uso de alfombras, aunque no son aislantes, conservan la temperatura. El suelo ideal para combatir el frío es el parqué o la moqueta, más confortables y calientes que los pavimentos de mármol, por ejemplo.
Haz deporte.
El ejercicio produce calor debido a que el cuerpo consume energía metabólica y esta lo transforma en un incremento de la temperatura corporal, registrada por el hipotálamo para comenzar la sudoración. Cuando se hace deporte, se dilatan las arterias de los músculos para aumentar el aporte de sangre. Debe ser de intensidad intermedia. Caminar no produce un aumento de la temperatura, pero sí que lo hace correr o montar en bicicleta, aunque sea estática.
Un cuerpo saludable es más tolerante al calor.
Importante: la manta.
La lana, capaz, en condiciones de frío y humedad, de generar calor debido al aislamiento térmico que proporciona y a sus propiedades de absorción de hasta un 30% de su propio peso en vapor de agua, sin que transmita sensación de humedad. Otras opciones son la manta polar y la franela, compuestas de poliéster y algodón o fibras sintéticas, respectivamente.
Las mantas de color rojo o naranja potencian la calidez.
Velas.
Las velas no son sólo para los momentos románticos, también calienta el ambiente de tu hogar.
La comida es una fuente de energía y calor importante.
Los potajes de la abuela son necesarios para mantener el cuerpo caliente, así que busca algunas recetas tradicionales para este invierno. Las bebidas calientes aumentarán la temperatura de tu cuerpo.
Evita cocinar alimentos que creen vapor, ya que incrementará la humedad en el aire, haciendo que tu casa esté mas fría y húmeda.
Si se te ocurre o sabes alguna otra forma, ¡compártela con nosotros!