
Algunos montículos datan de hace 3,820 años, lo que los convierte en una de las estructuras de termitas más antiguas del mundo.
- Estructuras de termitas, visibles desde el espacio.
- Más de 200 millones de montículos, construidos en noreste de Brasil.
- Ocupan 228.000 km² (como Gran Bretaña).
- Hasta 4.000 años de antigüedad, más viejos que muchas ruinas humanas.
- No son nidos, sino vertedores de desecho subterráneo.
- Red subterránea eficiente, creada sin planificación central.
- No afectan la agricultura por suelos ácidos.
- Ejemplo vivo de ingeniería natural sostenible.
La ciudad invisible de las termitas: Arquitectura milenaria bajo nuestros pies
En el árido noreste de Brasil, un fenómeno casi imperceptible a simple vista ha revelado una de las obras de ingeniería natural más grandes del planeta. Un entramado de más de 200 millones de montículos de termitas, extendido a lo largo de 228.000 kilómetros cuadrados, ha permanecido oculto durante siglos. Estas estructuras, construidas grano a grano por la especie Syntermes dirus, no son hogares, sino puntos de desecho de tierra excavada durante la construcción de túneles subterráneos.
Ingenieros subterráneos
En la caatinga brasileña, donde las lluvias son irregulares y la vegetación escasa, las termitas han adaptado su comportamiento para sobrevivir. A lo largo de generaciones, han removido más de 10.000 millones de metros cúbicos de suelo, creando un sistema de túneles eficiente que les permite transportar hojas sin exponerse al calor extremo ni a depredadores.
Cada montículo mide cerca de 2,5 metros de ancho por 2,5 metros de alto, y está completamente sólido. Estos no albergan cámaras reales ni colonias activas, sino que son marcas de actividad antigua. La estructura de los túneles subterráneos incluye arterias principales y túneles verticales secundarios usados para la recolección de alimento.

Distribución perfecta sin conflictos
Los montículos están separados por 20 metros en promedio, formando un patrón sobre-disperso que parece diseñado. Sin embargo, no se debe a enfrentamientos territoriales, sino a una regla simple: cavar, empujar la tierra a un punto, y no volver a excavar allí. Esta lógica simple, repetida millones de veces, ha generado una estructura coherente, eficiente y autosostenible.
Un legado milenario
Dataciones con luminiscencia estimulada ópticamente revelan que algunos montículos tienen hasta 3.820 años, lo que los convierte en una de las estructuras más antiguas jamás creadas por insectos. La cantidad total de tierra removida supera el volumen de 4.000 pirámides de Guiza, una comparación útil para entender la magnitud del fenómeno.
Naturaleza organizada: lecciones para la ingeniería
Sin planos, sin jerarquías visibles, estas termitas han creado una de las infraestructuras biológicas más extensas del planeta. Se coordinan mediante señales químicas (feromonas) que dirigen el tráfico subterráneo y evitan colisiones. Esta eficiencia energética y organizativa sirve de ejemplo para diseñar infraestructuras humanas más sostenibles y resilientes.
El estudio de estas estructuras ofrece inspiración concreta para la ingeniería ecológica. Algunos aspectos clave aplicables a la sostenibilidad humana son:
- Construcción sin residuos: cada montículo es tierra reutilizada, no desperdiciada.
- Optimización energética: las termitas evitan excavaciones repetidas, reduciendo el gasto energético.
- Diseño descentralizado: la red de túneles no necesita un centro de control, sino reglas simples.
- Adaptación climática: construcciones diseñadas para temperaturas extremas sin consumo energético.
Además, al no impactar negativamente el terreno agrícola, estas construcciones muestran cómo la ingeniería puede coexistir con el ecosistema.
Más información: A vast 4,000-year-old spatial pattern of termite mounds – ScienceDirect
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