Actualizado: 05/07/2024
La nueva batería creada por los investigadores de la Universidad de Curtin, Australia, se basa en los sistemas de almacenamiento de energía solar de concentración. Podría revolucionar el panorama de la producción de energía renovable en todo el mundo.
Un grupo de ingenieros de la Universidad de Curtin, en Australia Occidental, está trabajando en la próxima generación de baterías térmicas para el almacenamiento de energía solar. El objetivo del equipo es flexibilizar la producción de sistemas solares para que puedan ofrecer una alternativa viable a los combustibles fósiles en los sectores comercial y de la industria pesada a nivel mundial. Para alcanzar su objetivo, los científicos han decidido combinar tecnologías probadas con el uso de nuevos materiales para diseñar una solución innovadora, eficiente y flexible.
En concreto, el proyecto, dirigido por el profesor Craig Buckley, se basa en el sistema de almacenamiento desarrollado por United Sun Systems para sus sistemas solares de concentración Dish Stirling, sistemas compuestos por un concentrador parabólico circular y un motor stirling. Con la colaboración de United Sun Systems y la empresa ITP Thermal, los científicos pudieron mejorar el diseño y funcionamiento de las baterías térmicas.
El nuevo dispositivo utiliza un hidruro metálico de alta temperatura como medio de almacenamiento de calor y un tanque de gas de baja temperatura para almacenar hidrógeno o dióxido de carbono. La formación de un hidruro metálico bajo ciertas condiciones es una reacción reversible: esto significa que a través de una fuente de calor puede disociarse en metal e hidrógeno (almacenando energía térmica en forma de energía química) y, viceversa, liberar calor durante su formación a partir de aleaciones metálicas e hidrógeno.
Por la noche o cuando el cielo está nublado, el hidrógeno o el dióxido de carbono son liberados del tanque de almacenamiento de gas y absorbidos por los metales inorgánicos del sistema para formar un metal hidruro productor de calor, que se utiliza para generar electricidad.
Chris Moran.
El objetivo de la iniciativa es desarrollar un sistema de energía solar que produzca electricidad las 24 horas del día, los siete días de la semana, haciéndola comercialmente viable para la industria.
Al igual que con los sistemas de baterías de litio que la Universidad de Curtin también está desarrollando, la instalación de un sistema de almacenamiento de energía de bajo coste que utiliza baterías térmicas revolucionará el panorama de la producción renovable en todo el mundo al permitir que la energía limpia compita realmente con los combustibles fósiles. La investigación seguirá trabajando en el desarrollo de nuevas tecnologías para integrar el almacenamiento de energía termoquímica a través de baterías térmicas en un sistema Stirling.
Más información: news.curtin.edu.au
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