Actualizado: 12/06/2022
El Grupo Michelin está involucrado en proyectos de velas hinchables más sostenibles. Su proyecto Wing Sail Mobility (WISAMO) pretende aumentar la eficiencia de los buques de carga mediante una vela hinchable que se despliega para aprovechar el viento disponible, replegándose rápidamente cuando es necesario.
Desarrollado como un proyecto conjunto entre Michelin R&D y dos inventores suizos, el sistema de vela de ala no pretende sustituir los motores de los barcos, sino ser una asistencia con una fuente de energía limpia, gratuita y fácilmente disponible. La vela automatizada se pliega como un acordeón sobre la cubierta cuando no se utiliza. Con sólo pulsar un botón, la vela se infla con la ayuda de un compresor de aire y un mástil telescópico ascendente.
Utilizada sola o en grupo, la vela de ala reduce el consumo total de combustible de la embarcación entre un 10 y un 20%, según Michelin. La empresa afirma que la superficie de doble cara de la vela inflada mejora el rendimiento con respecto a las velas planas tradicionales.
El sistema WISAMO está automatizado, un punto importante ya que los buques mercantes probablemente no tendrán la mano de obra o la experiencia necesaria para trabajar con una vela tradicional. El sistema también se encarga de reposicionar la(s) vela(s) en la posición óptima para las condiciones de viento en cada momento.
Michelin afirma que la vela de ala es capaz de soportar condiciones de tormenta. Si las condiciones son demasiado duras, puede replegarse rápidamente hasta que el cielo se despeje, algo que también es necesario cuando se navega bajo puentes y en puertos.
La vela de ala WISAMO es un diseño «plug and play» que puede instalarse en embarcaciones existentes o integrarse en las de nueva construcción. Según Michelin, es especialmente adecuada para los buques comerciales de carga, los graneleros y los petroleros, pero también puede utilizarse en embarcaciones de recreo.
Michelin ha construido una vela de 100 metros cuadrados y tiene previsto terminar las pruebas sobre un velero con la ayuda del regatista francés Michel Desjoyeaux. A partir de ahí, realizará una prueba sobre un buque mercante en 2022 antes de la producción prevista. La empresa pretende que las velas de ala contribuyan al objetivo mucho más amplio a largo plazo de reducir más del 50% de las emisiones del transporte marítimo mundial para 2050.
Vía www.michelin.com
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