La capa de ozono está mostrando señales claras de recuperación, y actualmente el agujero de ozono sobre la Antártida es relativamente pequeño, lo que proporciona más pruebas de que la capa está en camino a una recuperación total.
Sin embargo, las altas temperaturas inusuales en grandes áreas del continente antártico durante julio, debido a un calentamiento estratosférico repentino, están vinculadas al tamaño actual del agujero de ozono. A pesar de estas preocupantes temperaturas en el Polo Sur, los datos más recientes sobre la capa de ozono son positivos. Las proyecciones indican que la capa de ozono podría recuperar los niveles de 1980 (antes de la aparición del agujero) hacia 2066 en la Antártida, para 2045 en el Ártico y para el resto del mundo en 2040.
“El ozono, una vez un paciente grave, está en camino a su recuperación”, afirmó el Secretario General de la ONU, António Guterres, en un comunicado.
¿Qué es la capa de ozono?
La capa de ozono es una región de la estratósfera situada entre 15 y 30 kilómetros sobre la superficie terrestre, con una alta concentración de ozono en comparación con otras partes de la atmósfera. Al absorber algunos de los rayos ultravioleta dañinos del Sol, actúa como un escudo que protege la vida en nuestro planeta.
Durante las décadas de 1970 y 1980, se descubrió que un agujero en esta capa estaba siendo causado por los clorofluorocarbonos (CFC), sustancias químicas de origen humano utilizadas en aerosoles, disolventes y refrigerantes. Estas sustancias, al llegar a la estratósfera, degradan la capa de ozono.
El Protocolo de Montreal: un acuerdo internacional exitoso
El 16 de septiembre, Día Mundial del Ozono, la Organización Meteorológica Mundial publicó su última actualización sobre el estado de la capa de ozono. Este día también marca el aniversario del Protocolo de Montreal de 1987, un acuerdo internacional que prohibió el uso de los CFC en todo el mundo. Este tratado ha sido considerado uno de los acuerdos internacionales más exitosos y hasta la fecha es el único tratado de la ONU ratificado por las 197 partes.
Guterres comentó recientemente: “En un momento en que el multilateralismo está bajo fuerte presión, el Protocolo de Montreal destaca como un símbolo de esperanza. Cuando los países muestran voluntad política por el bien común, el cambio es posible”.
Factores que influyen en la capa de ozono
A pesar de los avances, la capa de ozono es compleja y su estado depende de varios factores. El tamaño del agujero varía según las estaciones, comenzando a formarse en agosto, alcanzando su máximo en octubre y cerrándose nuevamente a fines de noviembre.
Según el Servicio de Monitoreo de la Atmósfera de Copérnico (CAMS) de la Unión Europea, el agujero sobre la Antártida se desarrolló más tarde de lo habitual este año debido a dos episodios de calentamiento estratosférico repentino en julio de 2024, lo que resultó en un agujero relativamente pequeño para la época del año.
Aun así, los datos indican que el agujero continúa en su trayectoria de recuperación prevista y se mantiene en camino para su restauración a largo plazo.
Laurence Rouil, directora de CAMS en el Centro Europeo de Pronósticos Meteorológicos a Medio Plazo, explicó: “Desde los volcanes hasta el cambio climático, hay una miríada de factores que juegan un papel, directa o indirectamente, en la formación del agujero de ozono en la Antártida. Sin embargo, ninguno es tan impactante como las sustancias químicas destructoras de ozono de origen humano. El Protocolo de Montreal y sus enmiendas han creado suficiente espacio para que la capa de ozono comience a sanar, y podemos esperar más signos de recuperación en los próximos 40 años”.
Rouil añadió: “Esto demuestra cómo la humanidad es capaz, a través de la cooperación internacional y la toma de decisiones basada en la ciencia, de transformar nuestro impacto en la atmósfera del planeta”.
La recuperación de la capa de ozono es un éxito de la cooperación internacional y la ciencia. Si bien hay factores naturales que influyen en el agujero de ozono, los esfuerzos humanos, particularmente el Protocolo de Montreal, han desempeñado un papel crucial en la mitigación de los efectos dañinos de los CFC. Si se sigue en este camino, la capa de ozono podría recuperarse completamente en las próximas décadas, con grandes implicaciones para la protección de la vida en la Tierra frente a los dañinos rayos ultravioleta del Sol.
Vía copernicus.eu
Deja una respuesta