
Cuando se espera en la fila del banco, durante un viaje largo o en esos momentos de pausa entre tareas laborales, la mayoría de las personas tiende a distraerse con su teléfono inteligente. Sin embargo, hay alternativas más productivas para aprovechar el tiempo, como escribir en un diario, leer un libro o realizar actividades creativas con las manos. Para quienes siempre han querido incursionar en el tejido pero no disponen del espacio para un telar convencional, este pequeño y portátil telar se presenta como una opción innovadora y sostenible.
Un diseño intuitivo y accesible
Durante la pandemia, la diseñadora Puchowski desarrolló el boomloom, un telar compacto y funcional pensado para que tanto principiantes como tejedores experimentados puedan practicar su arte en cualquier lugar. Su objetivo era transformar el tejido en una actividad más intuitiva y expresiva, facilitando su acceso a cualquier persona. Aunque a simple vista parece un juguete, este telar permite confeccionar parches, realizar bocetos textiles, producir múltiples piezas o experimentar con combinaciones de colores y diseños.
Existen dos versiones del boomloom: el tamaño mediano y el mini, este último más compacto y fácil de transportar. Su diseño ergonómico permite tejer con comodidad sosteniéndolo en las manos, apoyándolo en el regazo o colocándolo sobre una mesa.
Materiales sostenibles y fácil uso
El telar está fabricado con seis piezas de aluminio, haya y arce, materiales seleccionados no solo por su resistencia, sino también por su menor impacto ambiental en comparación con los plásticos convencionales. Destaca el hecho de que su ensamblaje no requiere tornillos ni sujetadores, lo que reduce el uso de piezas metálicas y facilita su desmontaje y reciclaje al final de su vida útil.
El mecanismo de uso es sencillo y no demanda experiencia previa en tejido tradicional. Para operar el boomloom, se giran las perillas laterales, lo que hace rotar la barra y mueve los hilos de la urdimbre en direcciones alternas. Además, posee pestañas ocultas que permiten detener la barra en el punto deseado, mientras que las ranuras sujetan el hilo con firmeza.
Un producto con proyección internacional
Aunque el boomloom aún está en proceso de patente, su innovador diseño ya ha conquistado a entusiastas del tejido en diversas partes del mundo. Actualmente, está disponible en la tienda del Cooper Hewitt Museum, ubicado en la icónica mansión Andrew Carnegie en Nueva York.
Este telar no solo promueve la creatividad y el desarrollo de habilidades artesanales, sino que también se alinea con valores de sostenibilidad y consumo responsable, al ofrecer un producto duradero, reciclable y fabricado con materiales de menor impacto ambiental. Gracias a su diseño compacto y eficiente, representa una opción ideal para quienes buscan una alternativa ecológica y funcional para explorar el arte del tejido en cualquier momento y lugar.
Más información: www.theboomloom.com
Lour dice
buenísima la idea., siempre ando con mi telar bastidor.