Este experimento forma parte del concurso de jardinería Villes et Champs que se celebra en Ginebra cada año. En este festival se eligen 13 localizaciones para que los concursantes las conviertan en nuevos jardines. Al estudio de diseño The Cloud Collective le tocó un viaducto sobre una autopista.
La solución por la que optaron fue muy original. Colocaron un biorreactor compuesto por tubos transparentes llenos de agua dulce con algas en su interior. Las algas solo necesitan energía del sol y CO2 para crecer. El CO2 lo obtienen de los coches que pasan por debajo del puente, contribuyendo a reducir la contaminación ambiental que producen. Aprovechan el CO2 que expulsan los vehículos para producir biomasa, energía al fin y al cabo.