Actualizado: 05/07/2024
¿Eres de los que aman tener plantas de albahaca en casa? Si es así, seguramente disfrutas de su frescura y aroma, y te encantaría verla crecer frondosa y con muchas hojas. La albahaca, además de ser un ingrediente esencial en la cocina, especialmente en la italiana, también es una planta de fácil cuidado y rápida reproducción. Sin embargo, hay un pequeño truco que quizá desconocías, que hará que tu planta duplique su densidad. ¡Sí, has leído bien, duplicar!
La albahaca crece a partir de unos tallos principales. Con el tiempo, a partir de estos tallos, brotan otros más pequeños llamados secundarios. Estos tallos secundarios son clave para entender cómo obtener una planta más densa y frondosa.
Si quieres que tu albahaca esté a rebosar de hojas, el secreto está en la poda. Y aunque pueda parecerte un poco contradictorio, cortar algunas partes de la planta la ayudará a crecer aún más. Pero, ojo, no se trata de podar cualquier parte al azar.
El truco está en podar el tallo principal justo después de donde nacen los tallos secundarios. Al hacerlo, los tallos secundarios recibirán una especie de “señal” para fortalecerse y crecer con más vigor. Como resultado, se multiplicará por dos la densidad de la planta.
Entonces, la próxima vez que observes tu planta de albahaca y veas que ya tiene varios tallos secundarios, anímate a realizar una pequeña poda. No solo ayudarás a tu planta a crecer más fuerte y frondosa, sino que también te beneficiarás de un mayor número de hojas frescas para tus deliciosos platillos.
Recuerda siempre usar tijeras o herramientas de poda limpias y afiladas, y actuar con delicadeza. La albahaca te lo agradecerá, y tú te deleitarás con una planta mucho más vistosa y productiva. ¡Manos a la obra!
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