Actualizado: 23/09/2020
Un nuevo estudio muestra cómo Europa puede aspirar a una reducción de los gases de efecto invernadero de hasta 25 puntos porcentuales por encima de lo definido por la legislación europea. Pero para lograr este objetivo, se necesita una rápida y decidida acción tecnológica y social.
Objetivo climático para 2030
La Comisión Europea se prepara para revisar al alza su objetivo climático para 2030. Este otoño, se espera que el ejecutivo alcance un objetivo de – 40% para las emisiones de CO2 al final de la década (según la legislación actual), elevando el recorte al 50 o 55%. El porcentaje final está aún por definir, pero un nuevo estudio – realizado por Climat y la Fundación Europea del Clima – explica por qué la UE podría aspirar a más.
El informe, titulado Increasing the EU’2 2030 emissions reduction target, muestra cómo la UE-27 podría reducir sus emisiones que alteran el clima en un 55% o un 65% para 2030, en comparación con los niveles de 1990. Los objetivos, subrayan los autores, pueden incluso alcanzarse excluyendo la acción sobre el uso de la tierra, la silvicultura, la aviación y la navegación.
En detalle, el documento proporciona 3 vías de descarbonización hasta 2030 que «juegan» con las intervenciones tecnológicas y/o sociales: el escenario centrado en la tecnología, el escenario de esfuerzo compartido y el escenario del 65%.
Los tres escenarios reducen las emisiones.
- Escenario centrado en la tecnología: el camino apunta a un objetivo de -55% de emisiones de CO2, a través de la rápida difusión de tecnologías ya conocidas. «Con las políticas e incentivos adecuados, se puede lograr una reducción rápida y progresiva en todos los sectores para alcanzar el objetivo del 55%. Es necesario que los legisladores políticos presten especial atención para permitir una transición controlada de la fuerza de trabajo mediante la educación, la capacitación y la planificación apropiada«.
- Escenario de esfuerzo compartido: Alternativamente, el 55% podría lograrse a través de una difusión más moderada de la tecnología, pero acompañada de una mejora en nuestro estilo de vida. ¿Un ejemplo? Dietas más sanas y menos viajes innecesarios.
- Escenario del 65%: Una reducción del 65% de las emisiones para el 2030 sería posible tanto por el rápido despliegue de tecnologías verdes como por la mejora del estilo de vida. Las reducciones de fin de decenio podrían lograrse con diferentes niveles de esfuerzos sectoriales, en la producción de energía y la utilización de la tecnología de captura y almacenamiento de carbono (CAC) para el sector industrial. El escenario subraya la importancia de introducir palancas sociales que puedan conducir a resultados rápidos si los ciudadanos están dispuestos a hacer los cambios necesarios. Se basan en parte en las elecciones individuales en materia de transporte, dieta y consumo de productos, pero también requieren que nuestras sociedades se organicen de manera diferente, con elecciones claras en términos de infraestructura.
Las medidas que se aplicarán para reducir las emisiones de CO2
En los tres casos, los autores estiman que las tasas de promoción de la energía solar y eólica tendrán que al menos duplicarse o triplicarse para el 2030. En el mismo plazo, la demanda de gas tendrá que reducirse al menos a la mitad (en comparación con el nivel de 2019) y cualquier inversión en nuevas infraestructuras de gas tendrá que ser minimizada.
Las tasas de renovación de los edificios deberían al menos duplicarse o triplicarse para 2030, y estas renovaciones deberían llevarse a cabo mucho más a fondo. Para ello será necesario innovar para digitalizar e industrializar la renovación de viviendas a gran escala y a precios asequibles. Al mismo tiempo, la producción de calor debe descarbonizarse usando todas las alternativas según las circunstancias locales, como las bombas de calor, la energía solar térmica o la calefacción urbana centralizada.
Todos los escenarios demuestran claramente que la industria de la Unión Europea debe aprovechar las oportunidades de la economía circular para lograr cero emisiones netas a más tardar en 2050.
Para lograr una reducción de las emisiones acorde con los escenarios analizados, la inversión, la investigación y el desarrollo deben aumentar para el año 2030. La transición se ve alentada por cientos de empresas que ya están fijando objetivos científicos para reducir sus emisiones directas e indirectas de gases de efecto invernadero, alineando así su estrategia con el Acuerdo de París y el Acuerdo Verde de la UE.
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