Arabia Saudí plantará 10.000 millones de árboles en las próximas décadas. La iniciativa se suma a una ambiciosa campaña que pretende plantar 40.000 millones de árboles en colaboración en otros países de Oriente Medio. Es el mayor proyecto de reforestación de la historia.
Segundo productor de petróleo del mundo -sólo superado por Estados Unidos-, Arabia Saudí está lejos de ser conocida por fomentar medidas medioambientales en favor del planeta. Sin embargo, con el nuevo plan, el país pretende reducir las emisiones de carbono en un 60%, además de combatir la contaminación y la degradación del suelo.
La plantación de 10.000 millones de árboles equivaldrá a restaurar unos 40 millones de hectáreas de tierras degradadas. El país también pretende aumentar el porcentaje de áreas protegidas a más del 30% de su superficie total.
El príncipe Mohammad bin Salman, que anunció el proyecto, no dijo cómo plantará y mantendrá tantos árboles en una región con un paisaje tan desértico y recursos hídricos limitados. Sin embargo, según la agencia de noticias británica Reuters, el país ha dicho en el pasado que «utilizará técnicas eficientes y el agua reciclada para plantar árboles locales que requieran menos riego, incluso en zonas urbanas«.
La llamada «Iniciativa Verde Saudí» también incluye la generación del 50% de la energía del país a partir de fuentes renovables para 2030. Es un gran paso para conseguirlo en menos de 10 años, ya que el petróleo y el gas natural son las principales fuentes de suministro energético de Arabia Saudí. Entre las demandas está la dependencia de las plantas desalinizadoras de agua de mar, cuyo proceso requiere un alto consumo de energía.
Paralelamente, la «Iniciativa Verde de Oriente Medio» plantará 40.000 millones de árboles en una colaboración de varios países, entre ellos miembros del Consejo de Cooperación del Golfo, que incluye a Arabia Saudí, Omán, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Bahréin y Kuwait.
Junto con los 10.000 millones prometidos sólo por Arabia, tendremos el mayor programa de reforestación del mundo. Se restaurará una superficie equivalente a 200 millones de hectáreas, lo que representa el 5% del objetivo mundial de plantar 1 billón de árboles.
Según el príncipe, el país reconoce su parte de responsabilidad en el avance de la lucha contra la crisis climática y se pondrá a la cabeza en la construcción de un mundo más verde. No en vano, la crisis climática tiene importantes repercusiones económicas: se calcula que cada año se pierden 13.000 millones de dólares debido a las tormentas de polvo en la región y que los gases de efecto invernadero acortan la esperanza de vida media de los saudíes en 1,5 años.
En un comunicado de prensa, Arabia Saudí destacó otros proyectos para reducir las emisiones contaminantes y dijo que tanto la iniciativa individual como la llevada a cabo conjuntamente con otros países forman parte de la Visión 2030, cuyo principal objetivo es reducir la dependencia del petróleo al tiempo que se moderniza. «Rechazamos la falsa elección entre preservar la economía y proteger el medio ambiente«, dice el comunicado oficial de la monarquía, que subraya que las acciones crearán millones de empleos.
Los detalles de la «Iniciativa Verde Saudí» se anunciarán en los próximos meses y en 2022 se celebrará un foro mundial con socios internacionales para la «Iniciativa Verde de Oriente Medio».
Arabia Saudí es uno de los países más vulnerables a los fenómenos extremos que ya se están intensificando por el cambio climático y que serán más mortíferos en un escenario de calentamiento de la atmósfera por encima de 1,5ºC.
La conclusión se desprende del informe Climate Transparency, publicado en 2020, que evaluó el rendimiento climático de los países del G20.
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