Es paradójico que, estando rodeados de agua, los marineros perdidos en el mar puedan morir de sed. Para evitar esta situación, el desalinizador portátil QuenchSea 3.0 ha sido diseñado, funcionando únicamente con la fuerza de los músculos del usuario.
Actualmente, este dispositivo es objeto de una campaña en Kickstarter y es desarrollado por la empresa británica Hydro Wind Energy. El modelo original impulsado manualmente fue lanzado en 2020, seguido por el más pequeño y diseñado para grandes profundidades, QuenchSea Reel, en 2023.
En el modelo inicial, los usuarios accionaban una palanca que forzaba el agua de mar a pasar por un sistema de triple filtración y una membrana de ósmosis inversa. El agua era tomada del océano a través de un tubo de silicona y, luego de ser purificada, se dispensaba a través de otro tubo hacia una botella u otro recipiente.
Este sistema prometía eliminar la sal, virus, bacterias, partículas de microplásticos y otros contaminantes del agua de mar, con un rendimiento promedio de más de 2 litros por hora, alcanzando hasta 3 litros en condiciones ideales. El agua potable resultante cumplía con los estándares de calidad de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Mayor eficiencia y facilidad de uso con el QuenchSea 3.0
El modelo QuenchSea 3.0 utiliza el mismo concepto básico, pero añade un mecanismo de aumento de presión y un sistema de recuperación de energía. Esto no solo facilita el bombeo, sino que también acelera el proceso de desalinización y filtración, alcanzando un impresionante rendimiento de 6 a 8 litros de agua potable por hora.
La empresa asegura que el agua purificada contendrá menos de 1.000 miligramos de sólidos disueltos totales (TDS) por litro, lo que cumple con los estándares de la OMS. En la mayoría de los casos, el dispositivo reduce los niveles de TDS a un rango de 300 a 500, gracias a su sistema de filtración con carbón activado, que también elimina sabores y olores desagradables.
Durabilidad y mantenimiento
Tanto la membrana de ósmosis inversa como el cartucho del filtro requieren reemplazos periódicos. Según factores como la salinidad y la temperatura del agua de mar, una membrana tiene una vida útil estimada de 300 litros de agua potable. Este mantenimiento es esencial para garantizar la eficiencia del dispositivo.
Accesibilidad económica y disponibilidad
Si el QuenchSea 3.0 llega a producción, se podrá adquirir con un aporte de 250 dólares estadounidenses (USD) durante la campaña en Kickstarter, con un precio minorista planificado de 500 USD. Los recambios de membranas costarán 30 USD el par, mientras que los cartuchos de filtro tendrán un precio de 20 USD el par.
Impacto ecológico y utilidad en situaciones críticas
Este dispositivo no solo representa una herramienta clave para situaciones de emergencia o viajes marítimos, sino que también tiene potencial para aplicaciones en zonas con acceso limitado a agua potable. Además, al funcionar sin necesidad de energía eléctrica, ofrece una solución sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Con esta tecnología, se abre una ventana hacia la creación de soluciones innovadoras que combinan eficiencia, sostenibilidad y accesibilidad, contribuyendo a enfrentar los desafíos globales de la escasez de agua potable.
Más información: www.kickstarter.com
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