A pesar del debate sin respuesta sobre qué es más respetuoso con el medio ambiente, si lavar la vajilla a mano o utilizar el lavavajillas, este último es sin duda más rápido y cada vez más la opción preferida en muchas casas. Por lo tanto, lo ideal es que esta tarea sea lo más eficiente posible.
Sigue estos consejos para que su lavavajillas sea lo más ecológico posible:
- Poner en marcha el lavavajillas sólo con una carga completa. Antes de poner en marcha el lavavajillas, espera a que tengas una carga completa. Esto ayudará a aprovechar al máximo la energía, el agua y el detergente que usa la máquina. Cargar el lavavajillas de forma eficiente ayuda.
- Elige bien tu lavavajillas. Elige un lavavajillas que ahorre energía y agua. Aprende a leer la etiqueta energética y a elegir una máquina de clase A. Busca una máquina que tenga estantes superiores ajustables (para que pueda caber una mayor variedad de platos), ranuras para los cubiertos (que mantienen los cubiertos separados y son más fáciles de limpiar) y varias opciones de ciclos, incluyendo ciclos de media carga y ciclos ecológicos. Además, fíjate bien en el índice de decibelios; los lavavajillas baratos pueden ser muy ruidosos. Gasta un poco más para conseguir uno con mejor aislamiento y el menor índice Db que puedas pagar.
- El detergente es importante. Opta por un detergente líquido y en polvo que sea natural y biodegradable. Además, busca productos que se vendan a granel para ahorrar en envases.
- Omitir el prelavado. La mayoría de los lavavajillas de hoy en día son lo suficientemente potentes como para eliminar toda la suciedad, por lo que el prelavado a mano suele ser un desperdicio de agua y tiempo.
- Baja la temperatura. La mayoría de los lavavajillas modernos tienen calentadores de refuerzo para calentar el agua que sale del depósito de agua de tu casa. Suena bastante redundante, ¿verdad? Bajar el termostato del depósito de agua a 120ºC supone un ahorro energético adicional sin comprometer la limpieza.
- Aire seco. En lugar de dejar que el lavavajillas use calor eléctrico o un ventilador para secar la vajilla, simplemente abre la puerta al final del ciclo de lavado y deja que se seque al aire. Deja que los platos se sequen durante la noche y estarán listos cuando te despiertes. Otra opción son los minerales que absorben la humedad. Estos minerales absorben el calor durante el ciclo de lavado y luego lo liberan durante el ciclo de secado mientras absorben la humedad. Los minerales pueden reducir el consumo de energía en un 20%.
- Elige el tamaño correcto. Elige el modelo que se adapte a sus necesidades. Un modelo compacto es más eficiente que uno grande, a menos que necesites hacer funcionar la máquina varias veces al día. Para dos personas, un modelo más pequeño puede ser ideal.
- Utilizar menos platos. Utiliza menos platos y utensilios a lo largo del día significa hacer menos cargas en el lavavajillas, ahorrando energía, agua y detergente.
- Mantén los grandes electrodomésticos alejados unos de otros. Colocar el lavavajillas al lado del frigorífico hará que este último tenga que trabajar más debido al calor que sale del lavavajillas.
- No pongas el lavavajillas en las horas punta. Retrasa el inicio de su lavavajillas a las horas de menor actividad (muchas unidades tienen temporizadores que inician el ciclo a una hora programada).
Deja una respuesta