La herramienta utiliza un etiquetado fluorescente para detectar partículas de plástico de entre 50 nanómetros y 10 micrones de tamaño y ofrece resultados en minutos.
Los microplásticos y los nanoplásticos están presentes en los alimentos, el agua y el aire que respiramos. Están apareciendo en nuestro cuerpo, desde los testículos hasta la materia cerebral.
Ahora, los investigadores de la UBC han desarrollado una herramienta portátil de bajo costo para medir con precisión el plástico liberado desde fuentes cotidianas como vasos desechables y botellas de agua.
El dispositivo, emparejado con una aplicación, utiliza un etiquetado fluorescente para detectar partículas de plástico que van desde 50 nanómetros a 10 micrones de tamaño (demasiado pequeñas para ser detectadas a simple vista) y ofrece resultados en minutos.
“La descomposición de trozos de plástico de mayor tamaño en microplásticos y nanoplásticos presenta amenazas significativas para los sistemas alimentarios, los ecosistemas y la salud humana”, dijo el Dr. Tianxi Yang, profesor adjunto de la facultad de sistemas alimentarios y de tierras, quien desarrolló la herramienta. “Esta nueva técnica permite la detección rápida y económica de estos plásticos, lo que podría ayudar a proteger nuestra salud y nuestros ecosistemas”.
Los nanoplásticos y los microplásticos son subproductos de la degradación de materiales plásticos como loncheras, vasos y utensilios. Al ser partículas muy pequeñas con una gran superficie, los nanoplásticos son especialmente preocupantes para la salud humana debido a su mayor capacidad para absorber toxinas y atravesar las barreras biológicas del cuerpo humano.
La detección de estos plásticos suele requerir personal especializado y equipos costosos. El equipo del Dr. Yang quería que la detección fuera más rápida, más accesible y más fiable.
Crearon una pequeña caja biodegradable impresa en 3D que contenía un microscopio digital inalámbrico, una luz LED verde y un filtro de excitación. Para medir los plásticos, personalizaron el software MATLAB con algoritmos de aprendizaje automático y lo combinaron con un software de captura de imágenes.
El resultado es una herramienta portátil que funciona con un teléfono inteligente u otro dispositivo móvil para revelar la cantidad de partículas de plástico en una muestra. La herramienta solo necesita una muestra de líquido diminuta (menos de una gota de agua) y hace que las partículas de plástico brillen bajo la luz LED verde del microscopio para visualizarlas y medirlas. Los resultados son fáciles de entender, ya sea para un técnico en un laboratorio de procesamiento de alimentos o simplemente para alguien que siente curiosidad por su taza de café matutino.
Para el estudio, el equipo del Dr. Yang probó vasos desechables de poliestireno. Llenaron los vasos con 50 ml de agua destilada hirviendo y los dejaron enfriar durante 30 minutos. Los resultados mostraron que los vasos liberaron cientos de millones de partículas de plástico de tamaño nanométrico, aproximadamente una centésima parte del ancho de un cabello humano y más pequeñas.
“Una vez que el microscopio en la caja captura la imagen fluorescente, la aplicación relaciona el área de píxeles de la imagen con la cantidad de plásticos”, dijo el coautor Haoming (Peter) Yang, estudiante de maestría en la facultad de sistemas de tierras y alimentos. “La lectura muestra si hay plásticos presentes y en qué cantidad. Cada prueba cuesta solo 1,5 centavos”.
Actualmente, la herramienta está calibrada para medir poliestireno, pero el algoritmo de aprendizaje automático podría ajustarse para medir diferentes tipos de plásticos, como el polietileno o el polipropileno. En el futuro, los investigadores pretenden comercializar el dispositivo para analizar partículas de plástico para otras aplicaciones del mundo real.
Los impactos a largo plazo de la ingestión de plástico proveniente de bebidas, alimentos e incluso de partículas plásticas transportadas por el aire aún se están estudiando, pero son motivo de preocupación.
“Para reducir la ingestión de plástico, es importante considerar la posibilidad de evitar los productos plásticos derivados del petróleo y optar por alternativas como el vidrio o el acero inoxidable para los envases de alimentos. El desarrollo de materiales de envasado biodegradables también es importante para sustituir los plásticos tradicionales y avanzar hacia un mundo más sostenible”, afirmó el Dr. Yang.
Vía ubc.ca
M.jo. dice
Un tema un poco preocupante, muchas gracias por informarnos y difundir las cosas que «no nos cuentan». La mejor arma es la información y concienciación.
Gerardo Oviedo Sánchez dice
en este país los ingenieros mexicanos somos los mejores del mundo, pero ninguna autoridad o poderoso nos apoya, yo como Ingeniero he creado 2 máquinas, una para aumentar la potencia en coches, camiones, aviones o cohetes no lo pude patentar y otra para limpiar la atmósfera de esta ciudad, tampoco la pude patentar