¿Sabías que la piel de la cebolla puede dar un extra de sabor y color a tus recetas? Aprende cómo aprovecharla en caldos, sopas, pan rallado o infusiones sin gastar dinero extra. Descubre todas las posibilidades que ofrece la piel de cebolla en la cocina de manera sencilla.
Cada vez es más importante aprovechar al máximo los recursos. Pequeños detalles de nuestro día a día, como reutilizar la piel de la cebolla, pueden dar un extra de sabor y color a nuestras recetas sin apenas demasiado esfuerzo por nuestra parte.
Aunque normalmente pensamos que la piel de la cebolla no tiene mucho uso en la cocina, la verdad es que tiene algunos usos muy útiles y baratos. La cebolla en general, tiene grandes propiedades.
Aquí te presentamos algunas formas sencillas de aprovechar la piel de la cebolla en la cocina:
- Caldos y sopas: Es muy común usar las pieles de cebolla para intensificar el sabor de caldos y sopas. Otra opción es tostar ligeramente las pieles de la cebolla en el horno cuando hacemos un asado, logrando así un color más intenso en su jugo y en su salsa que si simplemente utilizáramos agua y aceite.
- Aromatizante: es habitual utilizar el ajo granulado o polvo de cebolla seca para dar sabor a muchos platos con poco trabajo. En este caso, podemos usar la piel de cebolla seca para sazonar finamente algunos platos. Solo tienes que coger unas cuantas cáscaras de cebolla que ya están secas, pasarlas por una trituradora de alimentos o una batidora y conseguir un polvo fino con el que luego podemos espolvorear todo tipo de preparaciones.
- Pan rallado: podemos incorporarla a nuestras mezclas de pan rallado. Eso sí, debe estar bien triturada para que no resulte extraña al comer. Solo tienes que machacarla a conciencia en una batidora y luego agregarla, siempre que esté bien seca, al pan rallado que vayamos a utilizar para, por ejemplo, un filete empanado o una milanesa.
- Remedio para enfermedades respiratorias: utiliza cáscaras de cebolla morada, agua, miel de abeja y limón (opcional). Hierve las cáscaras en agua, cuela y agrega miel y limón al gusto. Se recomienda tomar una taza por la noche durante un máximo de tres días y buscar atención médica si los síntomas persisten.
- Infusión: Este té de cáscaras de cebolla es una receta para reforzar el sistema inmunológico. Para hacerlo, necesitas una cebolla naranja y agua hirviendo. Lava las cáscaras y ponlas en una taza con agua caliente. Deja reposar y luego retira las cáscaras antes de beber. Puedes agregar miel si lo deseas. Aunque es amargo al principio, es muy saludable y se puede buscar más información al respecto.
- Abono líquido casero: Para hacerlo, se colocan dos puñados de cáscaras de cebolla en un bote de plástico y se cubren con agua. Luego se deja reposar por 24 horas, se cuela y se aplica en las plantas cada 15 o 20 días. El abono puede almacenarse en el refrigerador por 2 o 3 semanas. Es una forma ecológica y económica de abonar las plantas y promover su crecimiento.
Cómo hacer condimento con piel de cebolla.
Un sencillo hack para utilizar la piel de cebolla y conseguir un sazonador delicioso.
Lo primero que debes hacer es guardar todas las pieles de cebolla que tengas cuando vayas a cocinar con ella. A continuación, sigue estos pasos fáciles:
- Lava las pieles de cebolla para eliminar posibles restos de suciedad, bacterias, alérgenos y otras sustancias.
- Escúrrelas, colócalas sobre un papel de cocina o un trapo y quítales la humedad.
- Ponlas en una bandeja de horno y cocínalas durante 20 minutos a 150 grados.
- Después de sacarlas del horno, tritúralas con un molinillo o un procesador de alimentos.
- Agrega el condimento dentro de un salero y úsalo para condimentar todos tus platos salados. Verás el delicioso toque que le dará a tus comidas.
También puedes mezclarlo con sal, pimienta u otras especias para dar aún más sabor a tus platos. Si quieres probar algo más curioso, puedes añadir pieles secas de zanahoria, calabacín o incluso de alguna fruta. ¡Disfruta de este sazonador casero y natural!
Platos donde usar la piel de cebolla.
Si has creado tu propio condimento de cebolla casero, te preguntarás en qué platos utilizarlo para sacarle el máximo partido. ¡No te preocupes, te damos algunas ideas!
La cebolla combina perfectamente con casi cualquier alimento, por lo que puedes utilizar este sazonador en numerosas preparaciones. Algunas opciones pueden ser:
- Añadirlo a unas pechugas de pollo a la plancha para darles un toque de sabor extra.
- Utilizarlo como topping en un tartar de salmón para aportar un sabor diferente y delicioso.
- Adornar unos canelones con el condimento para darles un toque crujiente y lleno de sabor.
- Incorporarlo a una ensalada para darle un toque diferente y sorprender a tus invitados.
Además, también puedes probar a añadirlo a la masa de los canelones para que tengan un toque crujiente y diferente, o incluso utilizarlo para dar sabor a unas palomitas. ¡Experimenta y descubre nuevas formas de utilizar este sazonador casero y natural en tus platos favoritos!
Beneficios de la piel de cebolla.
La piel de cebolla, a menudo descartada como residuo en la cocina, en realidad tiene varios beneficios para nuestra salud. Aquí te dejamos algunos de ellos:
- Rica en antioxidantes: la piel de cebolla contiene altas cantidades de quercetina, un antioxidante natural que ayuda a proteger nuestras células del daño causado por los radicales libres y reduce el riesgo de enfermedades crónicas.
- Antiinflamatoria: gracias a su contenido en quercetina, la piel de cebolla también tiene propiedades antiinflamatorias, lo que puede ayudar a aliviar el dolor y la inflamación en el cuerpo.
- Mejora la salud del corazón: la quercetina también puede ayudar a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre, lo que a su vez reduce el riesgo de enfermedades del corazón.
- Beneficia la piel: los antioxidantes presentes en la piel de cebolla también pueden tener efectos beneficiosos en la piel, como ayudar a reducir la inflamación y mejorar la apariencia de las arrugas.
- Promueve la salud intestinal: la piel de cebolla es rica en fibra, lo que puede ayudar a mejorar la digestión y la salud intestinal en general.
La piel de cebolla es un recurso valioso que puede proporcionar beneficios para la salud y no debería ser descartada en la cocina. Siempre que sea posible, intenta utilizarla en tus recetas para aprovechar sus propiedades nutritivas.
Extra: polvo de piel de cebolla y ajo.
¿Sabías que las pieles de cebolla y ajo que normalmente tiramos pueden ser una fuente de sabor deliciosa y libre de residuos? La próxima vez que cocines con cebolla y ajo, no las deseches, guárdalas para preparar tu propio polvo de piel de cebolla y ajo. Además, si cocinas algo en el horno, aprovecha el calor sobrante para secar las pieles de cebolla y ajo. Solo tienes que cerrar la puerta del horno y dejar que se sequen.
Ingredientes:
- Pieles de cebolla
- Pieles de ajo
- Sal
- Pimienta
- Pimentón en polvo
- Opcional: hierbas mediterráneas, mezcla de masala, cebollino y eneldo.
Instrucciones:
- Lava las pieles de cebolla y ajo juntas o por separado, dependiendo de la cantidad que tengas.
- Sécalas a golpecitos y colócalas en una bandeja de horno.
- Hornéalas a 160 grados durante unos 5 minutos, vigila y asegúrate de que estén bien crujientes antes de sacarlas (apaga el horno y deja la puerta cerrada hasta que se sequen).
- Licúalas hasta obtener un polvo fino.
- Añade sal, pimienta, pimentón y guindilla en polvo para obtener un buen condimento para las patatas fritas, o dé rienda suelta a tu creatividad utilizando diferentes hierbas mediterráneas o una mezcla de masala.
- La cantidad depende de la cantidad de pieles que tengas, así que prueba primero la mezcla para obtener el mejor resultado.
Este polvo de piel de cebolla y ajo es perfecto para darle sabor a cualquier plato, desde patatas fritas hasta ensaladas, carnes y guisos. ¡Aprovecha al máximo tus ingredientes y disfruta de un condimento casero delicioso y sin residuos!
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