Conscientes de su enorme impacto ambiental, la industria de la moda busca innovar y reducir su huella de carbono con el uso de nuevos materiales más sostenibles.
Las materias primas que se usan normalmente en el sector textil consumen gran cantidad de recursos y generan altos niveles de contaminación y emisiones.
Alrededor del 20% de las aguas residuales son generadas por la industria textil. Telas como el poliéster generan grandes cantidades de microfibras, las cuales son consumidas por los peces y luego por los humanos.
Por estos motivos, se están experimentando con nuevos materiales tales como:
Alternativa al cuero a partir de hojas de palma.
Un diseñador holandés, Tjeerd Veenhoven, está haciendo su parte desarrollando alfombras de cuero de hojas de palma, lo ha bautizado como cuero de palma. En lugar de depender de la cría de animales, que consume muchos recursos, Veenhoven obtiene los materiales que necesita de algunos de los 80 millones de árboles que actualmente crecen de forma natural, creando una opción sostenible al cuero tradicional.
Tejido de fibra de hojas de piña.
Se utiliza un subproducto de la industria agrícola, que consiste en las hojas de piña, un ejemplo Piñatex. Es una alternativa al cuero y otros materiales sintéticos.
Tiene como características la suavidad, flexibilidad y resistencia. Una vez que es sometido a un proceso industrial, el tejido puede ser teñido y transformado en distintas texturas.
Para su preparación, se corta la hoja de la planta. Las fibras se separan, la mayoría son foliares y rígidas. Las fibras se anudan una por una para formar un filamento continuo que se teje a mano para hacer la tela. En el mercado ya existen herramientas que facilitan la extracción de las fibras.
La tela tiene una apariencia elegante con brillo natural, similar a la del lino. Dispone de otras ventajas como:
- Ligereza.
- Se puede mezclar con otras fibras vegetales.
- Con mejor textura que la seda.
- No necesitan lavarse en seco.
El problema al que enfrenta esta tela de piña es su fabricación. Es intensiva en mano de obra, lo que la hace costosa.
Fibras de plátano.
Se obtiene del pseudo tallo de las plantas de plátano (musa sapientum). Tiene ventajas sobre las fibras sintéticas, como son la baja densidad, rigidez y buenas propiedades mecánicas. Son reciclables y biodegradables.
Las fibras de banana pueden ser extraídas a través de métodos químicos, mecánicos o biológicos. Sólo el procedimiento biológico es conveniente a nivel ecológico. El método mecánico tiene limitaciones porque no elimina el material gomoso no celulósico de las fibras vegetales.
Cuero del hongo de yesca.
Vive en árboles muertos y débiles. Produce un cuerpo frutal muy grande en forma de casco de caballo. Tiene propiedades absorbentes, antibacterianas y antisépticas.
Se cosecha de forma amigable con el medio ambiente y se pone a secar hasta por un año. Luego se pelan y procesan a mano. No se utilizan productos químicos.
Tela con cascaras de naranja.
Las cáscaras de las naranjas son un subproducto que ahora es usado para fabricar un tejido ecológico y sostenible. Un tejido que en un alto grado de pureza es similar a la seda que ya es usado por diseñadores de lujo en el competitivo mundo de la moda. Hablamos de Orange Fiber.
Las cáscaras de la naranja están siendo usadas para crear un tejido ecológico de gran calidad. Esta iniciativa comenzó en el año 2017 de la mano de las italianas Adriana Santanocito y Enrica Arena, en la ciudad de Catania. Este producto ya ha sido utilizado para el diseño de ropa por la marca de alta costura de Salvatore Ferragamano.
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