Un estudio revela que los animales marinos podrían morir a niveles que rivalizan con las mayores extinciones masivas de la historia, si los mares se calientan demasiado y retienen muy poco oxígeno.
Los animales marinos podrían morir a un nivel que rivalice con las mayores extinciones masivas de la historia geológica si la gente no frena las emisiones de gases de efecto invernadero.
Esta es la conclusión de un estudio publicado en la revista Science, según el cual muchas criaturas oceánicas podrían enfrentarse a condiciones demasiado cálidas y con muy poco oxígeno para sobrevivir si no cambiamos la situación. Cuanto más se calienta, menos especies pueden sobrevivir, según los resultados.
El nuevo análisis aplica a las proyecciones climáticas actuales lo que el equipo de investigación había aprendido sobre la «Gran Mortandad» de hace 252 millones de años, cuando se extinguieron más de dos tercios de toda la vida marina del Período Pérmico, así como otras extinciones históricas. En un escenario de altas emisiones, los resultados fueron inquietantes.
Los nuevos modelos sugieren que la Tierra podría acercarse a los niveles de extinción marina del Pérmico en 2300 si las emisiones siguen aumentando.
Según la investigación, a medida que aumenten las temperaturas, la riqueza de especies disminuirá cerca de los trópicos y algunos animales migrarán hacia latitudes más altas. Las especies polares son las que más riesgo corren, ya que su hábitat se convierte en un «nicho climático que desaparece», explica el documento.
Pero ese destino no está ni mucho menos sellado. Si las emisiones se mantienen cerca de los niveles que los líderes mundiales establecieron en el Acuerdo de París de 2015, a los animales marinos les iría mucho mejor, dice el estudio.
Aun así, el análisis recuerda que el ritmo de cambio actual en la Tierra puede ser comparable al de los acontecimientos más extremos de la historia.
Los trabajos anteriores del equipo responsable del nuevo análisis revelaron que el calentamiento global desbocado y la pérdida de oxígeno en el océano fueron las causas de la Gran Mortandad. Los resultados de su modelo coincidían con los patrones que los paleontólogos habían observado en los registros fósiles del Pérmico, lo que le daba credibilidad.
Antes de esa mortandad, sólo había una masa de tierra, Pangea, y el océano pérmico estaba repleto de criaturas marinas. Los científicos creen que estos animales tenían rasgos similares a los actuales, como el metabolismo y las necesidades de oxígeno.
Los científicos sabían, por estudios previos de dientes fósiles, que las temperaturas de la superficie durante este periodo se dispararon unos 10ºC en los trópicos, lo que llevó a la extinción de muchos animales marinos. Los investigadores sospecharon que las erupciones volcánicas provocaron los cambios, por lo que modelaron esas condiciones.
Los resultados mostraron que muchas especies fueron empujadas más allá de sus límites fisiológicos.
Al calentarse el clima, los animales necesitaban más oxígeno para realizar funciones corporales como la respiración. Pero el agua más caliente no contiene tanto oxígeno disuelto, lo que dificulta la supervivencia de las especies.
Un proceso similar está ocurriendo ahora. El evento del Pérmico fue causado por el calentamiento del clima y la pérdida de oxígeno del océano, dos cambios ambientales que están en marcha hoy en día.
En la actualidad, la temperatura media de la superficie del planeta está en camino de aumentar unos 3,2ºC para finales de siglo en relación con la época preindustrial. Pero limitar el calentamiento global a 2ºC, un objetivo acordado en el Acuerdo de París, reduciría la gravedad de las extinciones en más de un 70%, según el documento.
Sin embargo, si las emisiones siguen aumentando, los países siguen divididos en cuanto a los objetivos climáticos y las temperaturas se disparan casi 5ºC para finales de siglo, la biodiversidad marina empezaría a tender hacia los índices observados en anteriores extinciones masivas.
El futuro de la vida oceánica también depende de que se aborden otras actividades humanas perjudiciales, como la pesca intensiva o la contaminación, que podrían causar efectos en cascada en combinación con el cambio climático.
Más información: www.science.org (texto en inglés).
Deja una respuesta