Cuando hablamos de un estilo de vida mínimo residuos, a muchos nos vienen a la mente filas de frascos de vidrio llenos de alimentos a granel en nuestras despensas. Pero, ¿es realmente el vidrio mucho mejor para nuestro planeta que las opciones más antiguas y menos estéticas, como el plástico? ¡Spoiler! La clave está en reutilizar, reutilizar, reutilizar y comprar solo lo necesario.
Las ventajas del vidrio
El vidrio es 100% reciclable y puede reciclarse constantemente sin pérdida de calidad o pureza. Se fabrica a partir de materiales como arena, ceniza de soda y piedra caliza, y se calienta a una temperatura muy alta antes de ser moldeado. Su capacidad para ser reciclado reduce las emisiones y el uso de materias primas.
Desde un punto de vista sanitario, el vidrio también supera a muchas otras opciones, ya que no absorbe olores ni sabores, y no libera sustancias tóxicas a los alimentos o bebidas. Sin embargo, no todo es color de rosa.
Las desventajas del vidrio
El vidrio no es tan práctico como el plástico: es pesado y fácilmente rompible (no ideal para niños, por ejemplo). Además, su transporte es más caro debido a su peso y la necesidad de embalaje adecuado para evitar roturas.
A pesar de que los recipientes de vidrio aptos para alimentos o bebidas son 100% reciclables, otros tipos de vidrio, como las ventanas o la vajilla de horno, no lo son porque se fabrican de manera diferente.
Otro punto a tener en cuenta es que la alta demanda de vidrio ha llevado a un incremento en la extracción de arena, un recurso necesario para su fabricación. Esta extracción puede tener graves impactos en los ecosistemas marinos y las comunidades costeras.
Por otro lado, la fabricación de vidrio virgen es un proceso que emite una gran cantidad de gases de efecto invernadero. No solo hay emisiones asociadas al transporte del producto final, sino que los hornos utilizados en la fabricación suelen funcionar con combustibles fósiles.
Conclusión sobre el vidrio
A pesar de algunos contras, no estamos diciendo que debas renunciar al vidrio. Al no liberar sustancias tóxicas, es una excelente opción para su uso y reutilización continua. Sin embargo, debes reutilizar todo lo que ya tienes antes de comprar nuevo y, si debes deshacerte del vidrio, asegúrate de que se recicle correctamente.
¿Por qué el plástico no es tan sostenible?
El plástico, basado en petróleo, un recurso no renovable, ha sido demonizado por la comunidad ambiental y de salud, y con razón. Además de los problemas ambientales, el plástico presenta desafíos para la salud humana.
A diferencia del vidrio, el plástico no es totalmente reciclable, lo que significa que solo puede ser reciclado a una calidad menor, y finalmente se convertirá en un elemento de desecho que ya no puede ser reciclado.
Además, el plástico nunca se descompone completamente, en su lugar se convierte en microplásticos que se han encontrado en todas partes, desde nuestros océanos y ríos hasta el agua potable y la comida.
Pero eso no significa que nunca debas usar plástico
Deshacerse de todos tus artículos de plástico no es necesariamente la respuesta para nuestro planeta. El plástico es un recurso útil, de ahí su uso masivo. Algunos de sus principales beneficios como material incluyen:
- Es ligero (el vidrio cuesta más transportarlo).
- Es útil (el vidrio es más pesado y frágil).
- Es multiuso (hay muchos tipos de plástico adaptados a muchos usos), y
- Es barato (las razones de esto son discutibles).
Lo importante es evitar contribuir a nuestra crisis global de plástico con plásticos de un sólo uso.
Usa vidrio cuando sea posible, siempre reutiliza y evita comprar nuevo
La conclusión final podría ser: usa vidrio reciclado siempre que sea posible, y sigue reutilizando y reutilizando el objeto antes de reciclar vidrio nuevamente. Si no tienes suficientes accesorios de vidrio, está bien usar tus viejos artículos de plástico para llevar ciertas cosas (especialmente cosas que no son para consumo). Lo fundamental: haz todo lo posible para evitar comprar nuevo, y si debes hacerlo, compra vidrio reciclado.
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